—¡Tim suéltame! Estas pasado de copas. —Ascher ve una morena tratando de zafarse del mismo tipo que lo había golpeado, la pareja estaba en frente de él al otro lado de la piscina haciendo una escandalosa escena.
—Pulguita... solo quiero que bailemos —dice Tim tomándola del brazo y haciendo un puchero.
—No quiero en este momento, estas mal —dice la morena un poco asustada, su novio al pasarse de trago se volvía más loco de lo que ya era.
—No estoy mal... —Ella intentó alejarse de su agarre que le hacía daño en el brazo—. ¿Te avergüenza estar conmigo? —Ella agachó su rostro apenada pues se estaban volviendo el centro de atención de esa fiesta—. ¿Es eso? ¿no quieres estar conmigo? ¿por eso no me dijiste que vendrías? —Tim estaba molesto y la empujo.
—No puedo creer que vaya a hacer esto —se dijo Ascher a sí mismo levantándose y yendo a tal escena.
—Después de todo lo que he hecho por ti, ¿prefieres irte a fiestas a conocer a otros chicos? —Se acercó más a ella y la tumbó cayendo al suelo. Ascher le toca el hombro y este se voltea—. ¡¿Qué?! —responde Tim hastiado, el rubio prepara su puño y lo noquea tan fuerte que lo deja caer al suelo.
—Eso te pasa por inculto. —La morena se levanta rápido y revisa a su novio—. De nada. —Ascher sonríe heroico y se soba sus nudillos pues había quedado un ardor, pero ella lo mira mal.
—¡Eres un idiota! ¡¿cómo te atreves a pegarle?! —Ella estaba muy molesta.
—¿Y por qué no hacerlo? Es un cretino —dice Ascher engorroso, él esperaba un agradecimiento de su parte.
—Este cretino es mi novio. —Ella trataba de despertar a su novio.
—¡¿Tu novio?! ¡¿qué clase de novio trata a su chica así?! ¡¿dónde demonios queda el respeto, los modales, la caballerosidad?! —Ascher se alteró al saber que era su novio y peor aún, como la trataba.
—Es mi problema —responde mal, Tim de la nada se levanta empujando de nuevo a Holly y yendo directo a Ascher para luego golpearlo—. ¡Tim! ¡Ya! —Se levantó y trató de detenerlo, pero la volvió a empujar, la furia que tenía contra del rubio era mil veces mayor que tener cuidado con lo que ocasionaba.
—¡Cuidado con tu novia, estúpido imbécil! ¿no ves que la lastimas? —dice Ascher sobándose un poco donde había sido golpeado.
—Yo trato a mi novia como a mí se me dé la maldita gana. —Ascher junto sus cejas de la rabia y le lanzó otro golpe.
Ella se interpone justamente cuando Tim iba a dar otro golpe y este impacto con la cara de ella cayendo inconsciente a la piscina. A Tim eso no le importó, pues aun quería seguir golpeando al rubio, Ascher como pudo, le dio otro golpe alejándolo, luego dos personas tomaron y se llevaron a Tim a la fuerza.
Ascher comienza a quitarse la ropa muy rápido quedando en bóxer y se lanza a la piscina para poder sacar a la chica, cuando la tomó, la sacó de la piscina y la dejo delicadamente en suelo boca arriba, recogió su cabello para poder verla mejor y checo la respiración, pero no respiraba, así que comenzó a hacer el rescate respiratorio. Extendió la cabeza hacia atrás y levantó la barbilla, apretó y cerró la nariz, sellando sus labios alrededor de la boca, haciendo dos exhalaciones, repitió esta acción, pero los respiros no entraban, así que tuvo que dar compresiones abdominales.
Ascher se montó sobre sus piernas, colocó la palma de su mano en medio del abdomen, justo arriba del ombligo y debajo de la punta del tórax, con la otra mano y las puntas de sus dedos las colocó en la cabeza de ella, dio entre seis a diez compresiones rápida hacia adelante y abajo. Ella al fin había reaccionado empezando a toser, él la miró aliviado, aunque ella por otro lado se sentía un poco avergonzada haciendo que sus mejillas se tornaran a rosado.
—¿Estas bien? —pregunta Ascher preocupado.
Ella quedó muda, y ¿cómo no estarlo? Si tenía a un cuerpo escultural sobre ella.
—Si... ¿por qué estas encima de mí? y en... ¿ropa interior? —Está algo confundida y apenada, pues podía sentir un poco el m*****o del chico en sus piernas.
—Un gracias no estaría mal para empezar —dijo algo divertido y se levantó ofreciéndole ayuda el cual ella aceptó—. Me desvestí para saltar por ti y ayudarte, no iba a quedar totalmente desnudo, ¿o querías que te salvara desnudo? —Él la mira pícaro y burlón, ella solo dio una sonrisa penosa.
—Con ropa no estaría mal —respondió algo nerviosa y él asiente detenidamente.
—Entonces, ¿Por no tener ropa, no seré agradecido? —Ascher alza una ceja y está sonriente, ella acerca su rostro a él y besó su mejilla.
—Gracias. —Le susurra al oído—. ¿Mejor? —Suelta una risita nerviosa.
—Estamos progresando —responde Ascher y ríe.
—¿Que sucedió acá? Y ¿por qué estás empapada? —dice la rubia acercándose a ellos, los demás amigos Holly y Ascher también llegan detrás de Sam para ver la escena.
—El imbécil de su novio la golpeó dejándola caer inconsciente a la piscina —resume él—. Pero me aproximé y la ayudé. —Ascher se sentía un héroe.
—Les traeré una toalla —dice Mónica y se va.
—¿Imbécil? El único imbécil eres tú por meterte en nuestros asuntos —refunfuña, él la miró confundido. ¿Cómo había cambiado tanto su humor? Ni idea.
—¡Holly! No seas malagradecida, él es amigo del chico que te conté... —le susurró al oído.
—Me importa un comino quién sea Samantha, se metió con mi novio y nadie se mete con novio. —Holly se alteró.
—¿Eres ridícula? ¿Te estas escuchando? —Él estaba confundido—. Te trató mal... ¿qué concepto de novio tienes en la cabeza? Porque estas errada, ¿quién mierda trataría a su novia así como él te trata a ti? Hay que respetar y tratarlas como princesas —dice Ascher expresando con las manos que estaba loca, ella voltea sus ojos.
—A ti que te importa... no es asunto tuyo idiota. —Lo mira mal.
Él se acerca a ella intimidante, la toma por la cintura acercándola a él para no dejar ningún espacio entre ellos.
—Así que, ¿soy un idiota por haberte ayudado? —Arquea una ceja y la mira desafiante. Ella coloca sus manos en su pecho para alejarlo, pero no lo logra.
—Eres idiota por entrometerte en mis asuntos. —Trata de quitar su brazo de ella, pero él la sostiene con las dos manos en la cintura.
—¡Holly! Sé más amable, el chico nos llevará a nuestras casas —dice Sam advirtiendo para que no sea más bocona, el cual era un caso perdido pues la morena al molestarse no había nadie quien la calme.
—No me importa, prefiero irme caminando, solo para no escuchar a este. —Lo mira odiosa—. Hablar mal de mi novio —dice rechazándolo con la mirada.
—Sólo no quieres escuchar la verdad de lo que es el imbécil de tu novio. —El rubio indudable respondió y ella lo mira con desdén.
—¿Quién te crees para juzgarlo? —Se siente ofendida.
—Lo suficiente como para dejarte en claro cómo se debe tratar a una chica, porque debes estar bastante loca como para estar con alguien que te hace daño —dice él candoroso.
—¡¿Loca?! —Ella encolerizada le iba a dar una bofetada, pero él se adelantó sosteniendo bien su cintura para luego subirla a su hombro como un saco de papa.
—¡Suéltame! —grita y patalea abrumada.