*** —¿Es millonario? ¿En serio? —La morena se impresiona al escuchar la noticia salir de la boca de su amiga rubia. —Sí, me lo confesó ayer, dijo que no me lo dijo al principio porque no sabía si yo estaría de acuerdo o lo aceptaba. —Se le veía feliz. —O no te conocía lo suficiente y pensaba que le ibas a quitar el dinero, como le pasó a Holly una vez con Tim —dice la pelinegra después de haber tirado la bola a los pinos. Estaban celebrando la amistad jugando Bowling en su lugar favorito de la ciudad. —No es lo mismo. —Samantha la mira mal por su comentario. —Pero cuidado te pasa, mira que la pobre Holly no puede ahora terminar con él. —La morena se levanta molesta. —Ustedes nunca entenderán. —Camina y se dirige a los baños, antes de llegar a ellos, una mano la detiene. —Sabía que