Por la mañana, mi situación no parecía tan lamentable, como anoche. Dormí bien, mi criada estaba conmigo, me sentía segura, al menos nadie quería violarme. Pensé que la bruja de mi "tía" haría todo lo posible para recuperarme, y la única salvación de esta situación lo vi en mi presentación a la Emperatriz, como una dama. Glasha me ayudo a vestirme y me peinó. Sin peluca alta, el maravilloso vestido de la señorita Corn estaba perdiendo su brillo, pero aun así estaba bien. Bajé. Pedro Ivanovic me esperaba allí. - Tenemos que hablar. Es sobre tu futuro. - Dijo y sentí ansiedad en su voz. - De acuerdo, tengo toda la atención, - respondí. - Tu situación ahora es muy difícil, y no puedo protegerte, porque todos los derechos sobre ti lo tiene tu pariente más cercano, que es tu tía, que quiere