Buscando pistas

1131 Words
Marcia se fue.  Me quedé como un tonto recostado sobre la cama mientras ella se iba hacia quién sabe donde. Cuando abrí los ojos eran las once de la mañana y ella ya no estaba. Sé que lo hizo temprano porque cuando sentía las sábanas de su lado estaban completamente frías lo que me dice que tan sólo esperó que cayera en un profundo sueño para escabullirse.  No me dejó nada, ni una pista, ni siquiera una fotografía para poder buscarla. Me dejó un nombre y unos besos que hasta el día de hoy no sé cómo voy a poder superar.  He intentado de todo, pedir las grabaciones del festival pero es imposible encontrarla, incluso hablé con el chico que la dejó entrar al VIP y su respuesta fue tan obvia que hasta me dio vergüenza preguntar.  —Señor ¿sabe cuánta gente vi ese día?  —Pero no es tan difícil de olvidar. —Créame, eran las cuatro de la mañana y yo seguía viendo gente, no puedo decirle nada más.— Sentenció luego salió de mi oficina para dejarme solamente como un idiota.  —Es oficial, tu mujer ideal, es imaginaria.— Comenta Mario mientras se ríe desde el sofá.  —No es imaginaria, te lo he dicho cientos de veces, es real, tan real como tú, como yo… como la asistente. Yo estuve con ella.  —Entonces estabas muy borracho.  —No, no lo estaba, bebí, sí pero no tanto… sabes que si bebo mucho no puedo… — y guardo silencio.  —Demasiada información, innecesaria por cierto, pero aún así, ella no existe.  —Existe...se llama Marcia.  —Y¿qué más? — Vuelve a preguntar—¿sabes cuántas Marcias hay en esta ciudad? ¡Millones! Así que si no tienes ninguna pista mejor dedícate a lo tuyo.  Me recargo sobre la silla de piel y cierro los ojos, trato de recordar algo, alguna pista que me haga volver a ella. De pronto a mi mente viene la escena de ella bailando y la tonada de la canción regresa a mí.  —Here we go! — Murmuro.  —¿Qué?  Empiezo a tararear la melodía y de pronto vuelvo a decir—¡Here we go!  —¿Here we go? — Pregunta Mario.  —Así iba la canción que bailaba cuando la vi,— hablo emocionado,—estábamos en el VIP ¿recuerdas?, tú platicabas con otro del grupo y yo veía la pista, eran como las diez, no, once de la noche y la canción… iba así here we go!  —¡Ah! Bueno eso es fácil.  —¿Qué?  Mario se acerca a mi ordenador y pone la página del festival para después irse a los horarios de las presentaciones.  —Estábamos en el escenario Torreblanca y si dices que era entre las diez u once de la noche, a tu Marcia le gusta... interesante.  —¿Qué?  —Le gustan los Chemical Brothers. Super alejado de la música Jazz y de concierto.  —¿Los Chemical Brothers? — repito—¿Seguro?  —Pues veamos...  Mario abre una pestaña nueva y escribe en le buscador Chemical Brothers, here we go! Da click y en seguida sale un video de youtube llamado “Hey girl! Hey Boy! Y al darle click empieza la canción que justo me recuerda a su top de lentejuelas que se movía junto con ella que brincaba emocionada.  Here we go! Vuelvo a escuchar y sonrío.  —A Marcia le gustan los Chemical Brothers.  —Bueno, ahora busca a todas las Marcias del mundo y descarta a las que no les gustan los Chemical Brothers. — Habla sarcástico.  —¡Dios! ¡Qué pesado!  —León, escúchame.— Me dice serio mientras pone el video en pausa y me ve a los ojos.— Sea quien sea no está, eres León Torreblanca, puedes conseguir a quién se te pegue la gana y lo sabes... ¿por qué te aferras a un acostón? ¿Qué pasó con ese Casanova que prometiste ser? —¡Porque ella es la mujer de mi vida! Tiene todo… ¡Todo! —Cruzaste palabras con ella por 10 min y luego gemidos por otra. hora… ¿Qué tiene eso de especial? ¿Qué fue lo que te dijo para que pongas así? —Ella, ella es especial, lo siento aquí,—señalo mi corazón —sé que es la indicada.  —¡Dios! Por este tipo de estupideces es por las que necesitas un amigo como yo… olvídate, continua… mañana encontrarás a otra Marcia que se llame, no sé…. ¿Alma? Y te olvidarás del polvo del fin de semana. Mario se levanta del escritorio y luego toma uno de los puros que hay en la caja que me regaló mi papá y se lo mete a la bolsa de la camisa. —Recuerda que a las dos tenemos comida con los nuevos inversionistas, no llegues tarde porque es nuestro patrimonio ¿quieres?  —Estaré ahí.  —Y ve tú, deja a Marcia en tu imaginación, necesitamos estar atentos, es nuestra oportunidad de que nuestros padres nos tomen en serio León.  —Lo sé, lo sé… estoy conciente.  —Bien… ahora me retiro, una y treinta en el recibidor, nos vamos juntos, ponte corbata.  —Vale.— Contesto y cuando Mario cierra la puerta vuelvo a ponerle play al video.  Tan sólo escuchar la música me hace sonreír, pero a la vez me pone a pensar que Mario tiene razón, es una chica, una sola chica… no puedo hacer esto. Sin embargo tomo una hoja de papel y garabateo unas palabras.  “Se busca  una mujer de cabello n***o, largo, delgada, pero no tanto, tiene un lunar en la comisura del labio, es simpática y le gustan los Chemical Brothers, por cierto, su nombre es Marcia y me robó el corazón”.  —Estupideces.— Murmuro.  Me pongo de pie alejándome del montón de archivos que debo leer antes de la comida y veo un rato por la ventana. Me quedo en silencio mientras la melodía de la canción pega en mi mente.  —¿Será? — Murmuro y sin pensarlo dos veces volteo a la hoja, le tomo una foto y desde mi twitter personal escribo.  @LTorreblanca1 Si alguien fue al festival de música electrónica de este fin de semana a las afueras de Madrid y sabe de quién hablo, les pido le digan que se comunique conmigo. Se llama Marcia y me voy a casar con ella.  Y sin pensarla dos veces, que por cierto debí hacerlo, lo mando al ciberespacio para después ocuparme de lo mío. Jamás pensé que este arrebato sería el que cambiaría mi vida para siempre. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD