Había pasado bastante tiempo de lo ocurrido con Mateo, casi no hablamos, pero eso tiene sus ventajas, la chiflada mayor no me molestaba tanto. Mis sentimientos hacia él no eran tan fuertes como pensé, porque ya no sentía lo mismo. Eran días tranquilos.
Hoy le prometí al enano que lo llevaría al cine. Lleva tiempo insistiendo, y lo prometido es deuda. Está bañado, perfumado y como si fuera poco hasta se portó bien. Lo que hace una salida al cine.
Al llegar al lugar le pregunto que quiere ver y obviamente es una película de superhéroes. Que bueno que es una que yo también quiero ver.
Compro las entradas, faltan todavía veinte minutos para que empiece la película, por eso vamos a recorrer el shopping. Hay un patio de juegos, él solo mira, y aunque el enano es un molesto, no es un niño cap
