Por la mañana desperté con el pesado brazo de Ademar rodeando mi cuerpo, una sonrisa llegó de inmediato a mí, él estaba vestido, solo se había quitado los zapatos, su cabello estaba suelto y esparcido por todos lados y tenía una expresión de paz en su rostro, habíamos dormido tarde por lo que deducía que pasaban de las 9 am.
Me levanté y caminé hacia la ducha, dejándole descansar sobre las cobijas, abrí la llave del grifo para cepillar mis dientes y la regadera para ducharme rápido. Quería hacer algo de desayunar para los dos, no sabía si Gen estaba ahora en casa, pero por sí las dudas me adelantaría. Me puse un vestido suelto de color salmón y un ensamble beige haciendo juego con las sandalias de ese color. Deje mi cabello suelto y me maquille sutilmente.
Baje las escaleras sin hacer
