Capítulo 41. Una muy buena forma de aprender la lección.
Por la madrugada muy temprano Valentino abrió el ojo al sentir que no podía mas con la necesidad de hacerle el amor a su mujer, él había cerrado los ojos anoche pero no pudo conciliar el sueño, las imágenes y los recuerdos de las muchas veces que mantuvieron intimidad comenzaron a pasar por su mente, por mas que se dio varios baños de agua fría cada vez que volvía a la cama era lo mismo, llego a pensar que realmente Vitoria era una hechicera y que le había hecho algún encantamiento o algo parecido. Cuando por fin se quedo dormido ya era muy avanzada la noche.
Ahora todavía no había amanecido y ya estaba despierto, Vitoria sin embargo dormía plácidamente, Maximo se levantó sin hacer ruido y camino por la habitación, él buscaba algo
