Capítulo 37. Cariño no sigas, no podre detenerme si lo haces -- Te gusta cariño – le pregunta Maximo a Vitoria al verla en silencio, -- Es muy hermosa, pero algo en los colores me da un poco de temor. Es una habitación muy masculina para mi gusto – le dice y en realidad es la verdad, toda la embarcación era bastante masculina, pero de eso solo podían darse cuenta las mentes femeninas, ninguna de las habitaciones eran de color rosa, inclusive la mas pequeña era simplemente blanca. -- Te hubiese gustado más que hiciéramos el paseo en el Hilo Rojo – le susurra Maximo muy cerca a su oído, Vitoria comienza a erizarse al escucharlo tan cerca, su cuerpo reacciona al segundo y los recuerdos de lo que hicieron esta mañana comienzan a aparecer en su mente, un hormigueo empieza a recorrer su medu