Capítulo 22. La leyenda del hilo rojo Como era de esperarse Vitoria no se despertó con nada, sus padres llegaron a la salita para despedirse de sus hijas y se encontraron con una de ellas completamente dormida en el sillón, -- Conociendo a Vitoria debe haberse despertado muy temprano para esperarnos y despedirse-- comenta su padre en ese instante, sabiendo que Vitoria era la más juiciosa y seria de sus hijas, Valentino esperaba que las muchachas todavía se encuentren dormidas y por eso ellos prefirieron despedirse de las chicas la noche anterior, pero igual como todo padre, pasarían para darles un último vistazo y un beso a cada una de ellas muy temprano antes de partir, nunca se imagino que Vitoria los espere en aquella salita. Él tomo a su hija en sus brazos y la llevo a su habitación