Capítulo 26. Pienso que no podrían engañarlo. Después de ayudar a que suba Mikela, Maximo estiro su mano para ayudar a su hechicera Vitoria, pero ahora no sintió absolutamente nada, le paso lo mismo que le paso cuando tomo la mano de la pequeña Zoé o de la encantadora Camille, nada. Su cuerpo no reacciono para nada. Esto no pasó desapercibido para Maximo, algo se le estaba pasando por alto, de eso estaba seguro. Maximo no era un chiquillo que ande jugando con las mujeres por ahí, en toda su vida solo Hiubi había llamado su obtenido su atención y su amor, al morir pensó que no volvería a poner sus ojos en ninguna otra mujer, pero luego fue Sherry la chica del scooter que arroyo en la universidad quien llamo su atención, pero con quien no llego a nada serio y ahora su hechicera Vitoria. Co