La desesperación nos invade ante cada minuto que pasa. El abuelo se encuentra desesperado y por ella súplica a Dios que su esposa salga bien. Es terrible la agonía que sentimos por tener a la abuela en cirugía sin saber como está. Pero me resulta increíble que alguien llegue a amar tanto a otra persona que pida que si alguien debe morir, que sea él y no su esposa. Por algún motivo, siento envidia por su amor y sonrió ante la sola idea de tener en un futuro, alguien que me ame así.
El tiempo finalmente se nos detiene, al escuchar al doctor saliendo de la zona de restricción, llamando a la familia de la abuela. Ambos, nos tomamos de nuestras manos y suplicamos a Dios porque las cosas salgan bien.
— La señora Smith ha superado la cirugía — nos informa el médico causando que el alivio nos i
