Chloe Andersson Una mujer elegante y con aires de ser de la realeza misma se adentra en la cocina, que es el lugar en el que estamos desayunando mi jefe, su hija y yo. Se siente la tensión en el aire, tensión que el cuerpo de Andrew emana. La señora elegante se quita sus gafas de sol, las cuales no tengo ni idea porque llevaba puesta ya que hoy es esos días en los que hace calor pero esta nublado. - Buenos días hijo, Alice y tú debes de ser Chloe, encantada. La señora me sonríe amablemente y le devuelvo la sonrisa pero la palabra que ronda en mi cabeza es el hijo, es la madre de mi jefe. - Buenos días señora. - ¡Oh! Al menos ella no es maleducada como tú Andrew ¿no hay buenos días para tu madre? - Buenos días mamá. Se levanta de su lugar y saluda con un beso ambas mejillas a su ma