Andrew Kouzouni
Aquella joven es muy guapa y al parecer sabe llevarse muy bien con los bebés, observo a mi hija en mis brazos que se encuentra descansando tranquilamente.
Sonrío inconscientemente y recibo una rápida mirada de Marco.
- No digas nada.
- Pero si yo no he dicho nada señor.
Lo miro en modo de advertencia y el disimula una sonrisa.
Cabrón.
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Entrevisto a todas las mujeres personalmente, debo ver por mi mismo a quien estoy dejando a cargo de mi hija.
He salido antes de tiempo del trabajo para poder estar en casa y hacer estas entrevistas.
- Pues no tengo mucha experiencia ya que es la primera vez pero me llevo muy bien con los niños. - me mira sensualmente y yo ruedo los ojos mentalmente.
Asiento y le señalo a Alice que estaba sentada en su silla para bebés y ella con duda se acerca a mi hija.
Antes de que haga algo mi ex suegra entra por la puerta.
- Alex me ha dicho que ibas a buscar una niñera para Alice y quise venir a ayudarte.
Mira con desconfianza a la mujer que se encontraba cerca de mi hija. La cual por cierto se llama Marie.
- Esta bien, prosigue. - lo último lo digo dirigiéndome hacía la que quiere ser niñera de mi hija.
Marie se acerca a mi pequeña hija y toma su mano, bien hace ese gesto pequeño Alice comienza a llorar.
Ella me observa alarmada.
- Lo siento. - hablo yo.
Ella con la mirada gacha se va de la casa.
Marco hace pasar a la siguiente candidata.
- Pues soy maestra de jardín y me llevo muy bien con los niños, tengo experiencia con ellos.
Le señalo a mi hija y ella se acerca a la silla.
- Hola pequeñita. - toma su mano y mi hija la observa extrañada.
Cuando intenta tomarla en sus brazos Alice comienza a llorar fuertemente y Valeria se aleja de ella.
- Lo siento. - vuelvo a decir por decima vez en aquel día y observo como ella se va.
Le hago una seña a Marco y este me dice que ya no hay más candidatas, genial.
- Alice es muy delicada, no dejará que cualquiera la cuide. - habla mi ex suegra y toma a su nieta en sus brazos, esta la observa maravillada.
- No deja que nadie que no sea de la familia o Marco la tome en brazos...
Dejo de hablar al recordar que hoy la señorita Andersson la había tomado en sus brazos y logro hacerla dormir.
- Creo que ya se quien. - hablo.
- ¿Quien?
- ¡Marco!
El nombrado aparece rápidamente en la puerta.
- ¿Si señor?
- Busca información sobre Chloe Andersson, quiero saber todo de ella.
Él me observa extrañado pero asiente y se retira.
- ¿Quien es Chloe Andersson, Andrew?
- Es una chica que conocí en la mañana, la atropellamos por accidente pero estaba bien, la despidieron y la llevamos a su casa, en el camino Alice lloraba y ella la calmo y logró hacerla dormir.
Ella asiente.
- Suena bien, quiero conocerla.
- Cuando la traiga la conocerás. - le sonrío.
Su teléfono celular suena, ella observa la pantalla y con el ceño fruncido me entrega a Alice.
- Me tengo que ir. - besa la frente de mi hija. - nos vemos princesa.
Se despide de mi y sin más se va.
Se preguntaran ¿Y mi familia? Pues ellos viven en Italia, los visito de vez en cuando, vinieron para el funeral de Hannah y para conocer a su nieta.
La familia de Hannah es chica, al contrario de la mía, ella tiene a su mamá, su papá falleció una semana antes de que ella muriese en el parto, nunca se entero ya que no queríamos que se sienta mal y eso le afecte el corazón, sus dos hermanos, Alex y Mattew, y su hermana Elizabeth.
¿Ven? No son muchos, yo en cambio tengo tanta familia que no conozco a la mitad.
Salgo de mis pensamientos al escuchar el intento de risa de mi hija.
- ¿Que pasa cariño? ¿No que eran muy idiotas esas supuestas niñeras? No te querían cuidar, solo querían estar en la cama de papi, que ridículas. - le hablo con voz de bebé y ella hace muecas que supongo deben de ser sonrisas.
Paso el resto de la tarde durmiendo con mi hija, nos despertamos y vamos a cenar juntos, como siempre le doy de su biberón y por suerte esta vez no terminamos en un enchastre.
Marco entra al comedor con una mirada cómplice.
- He conseguido la información.
- Perfecto, habla.
- La señorita Chloe Andersson, 24 años, su madre no aparece en los registros que encontré, es como si no existiece y su padre esta enfermo por lo que no puede trabajar y ella se dedica a cuidarlo, compra sus medicamentos y todo eso. Supongo que necesita mucho de un empleo ya que ahora se encuentra desempleada.
Asiento y sonrío.
- Voy a salir, ¿puedes quedarte con Alice? Solo será una o dos horas como máximo.
Con el tiempo averiguaré lo de su madre.
Él me sonríe travieso y yo ruedo los ojos.
- Claro que puedo cuidar a la pequeña señor.
Me levanto de la mesa y subo a cambiarme, me pongo algo casual y bajo, al salir de la casa me monto en mi auto, un precioso Ferrari.
Al cabo de unos minutos me encuentro frente a su edificio.
¡Maldita sea!
Soy un idiota, no se en que piso vive.
Marco en el intercomunicador un número cualquiera.
- ¿Si?
Es la voz de un hombre.
- Me encuentro algo perdido, ¿podría decirme cual es el número de apartamento de Chloe Andersson? Digo, si sabe.
- Es el número 34.
- Gracias.
- Por nada.
Marco ese número y una voz de mujer me contesta, sé que es ella.
- Señorita Andersson ¿podría abrirme?
- ¿Quien es?
¡Oh genial! No se acuerda de mi.
- Andrew Kouzouni.
- ¡Oh! Ya le abro.
- Gracias.