Parte 4

1307 Words
No me considero una persona grosera o mal educada, pero ser vista con ojos intimidante me molesta bastante. El sujeto me miró y soltó una sonrisa burlona. —¡Algo inesperado para ser una Wilson!—No entendí sus palabras, mucho menos sus intenciones. Pero grey se acercó a él y lo golpeo en el hombro. No me había percatado, pero había algo extraño en el lugar, la mayoría de los presentes pertenecían al grove dos. Solo yo y Tesa, éramos del grove uno, todos eran amables, pero su forma de hablar y actuar, era como si esperarán algo de mí. Mi teléfono empezó a vibrar sin parar, era Reiliey. Tenía dos opciones, contestar o ignorarla. Para evitar problemas decidí contestar. Me alejé de la cascada para evitar el sonido de la música. Estando a una distancia lejana, conteste. ¿Dónde estás? Suspire tratando de entender, tal vez, tenía un GPS interno. No me sorprendería de Reiliey. —¡Estoy en una fiesta con grey! Pude escuchar su suspiro aliviado. —¡Pásame a grisón!—No entendía qué estaba pasando, pero parecía preocupada, camine de regreso hacia la cascada. Pero resbale con una piedra cubierta de moho. El sonido de la voz de Reiliey se escuchó alterado, mientras desesperadamente me preguntó ¿Que había pasado? Demore en contestar a su pregunta, pues estaba limpiando mi ropa llena de tierra mojada. Los sonidos de las ramas, siendo rotas al pie de alguien y el helado viento, alteraron mis sentidos. Mire a mi alrededor buscando al culpable. No había nadie. Fue justo ahí, donde me percate de algo extraño. Estoy cerca de la cascada, pero el sonido entumecedor de la música, no se escuchaba. La respiración de parte de alguien que se escondía detrás de los árboles, se escuchaba aún más cerca, estaba siendo acechada. Intente tranquilizar a mi latente corazón, ¡Todo estará bien, relájate! Debo correr lo más rápido posible. Escuché ese ruido justo detrás, no quise volverme, pero, intente mantener la calma, sea lo que sea, no tenía intención de matarme o atacarme. Me quedé inmóvil, hasta que la respiración de esa cosa tocó mi nuca. Mis manos temblaban y mi cuerpo parecía entumecido. ¿Qué debo hacer? Su respiración más que un suspiro parecía el quejido de un animal. Empezó a oler mi cabello mientras lo revolvía sin cesar. ¿Qué demonios era esta cosa? Tal vez pueda correr hacia la cascada. No, si corro me atrapará. Mi pensar fue interrumpido por los gritos de las personas que se encontraban en la cascada. Me asusté, al parecer el sujeto o criatura detrás de mí, también se sorprendió. Esta era la única oportunidad de correr. Sin mirar, corrí lo más rápido que pude. Escuché el aullido detrás de mí. Pero no me detuve. Podía escuchar sus pasos cada vez más Cerca. Me dolía el pecho y mi respiración era cada vez más cortada, seguí el ruido y los gritos de las personas, seguidos por las luces parecidas a un bosque encendido. —¡Clare!—Mi nombre, esa voz era de grey, ella me está buscando, me detuve y miré a mi alrededor, no había nadie. Grite su nombre para que pudiera encontrarme, volví a escuchar mi nombre esta vez más lejos. No, estoy aquí, no te alejes. ¡Grey! Escuché un ruido detrás de mí, no sabía quién era, por lo tanto, corrí tan rápido como pude. Ya era tarde para arrepentirme de haber venido. El sonido de los árboles siendo sacudidos me alertó. Mire Hacia arriba y una criatura salto hacia mí. Grite tan alto como pude. Clavo sus dientes en mi muslo, pensé que me arrancaría un pedazo de piel. Pero solo se detuvo. Fue ahí donde pude observar que era, nunca había visto algo parecido, pero estaba segura, ¡Era un hombre lobo! Empezó a gemir mientras se subió encima, sus ojos eran dorados y su pelaje de un color n***o. Su mandíbula larga y sus manos y piernas eran parecidas a los humanos, excepto por las garras. Nuevamente, empezó a oler mi cabello y su saliva cayó encima de mí. Su olor era extraño, no asqueroso, pero incluso podría decir que era un olor peculiar. Estába concentrada intentando mantenerme viva. Había olvidado la herida. El dolor era normal y la sangre corría sin detenerse, pero un dolor aún más insoportable, recorrió cada célula de mi cuerpo. El dolor era tan intenso que incluso no podía respirar, era como ser cortada en mil pedazos. No podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco y en lo único que podía pensar era en detener este dolor. No supe cuando, pero el hombre lobo, ya no estaba encima mío. Escuché un ruido agudo, seguido por el sonido de los combates. Sinceramente, me importaba poco lo que estaba pasando. Solo quería que el dolor se detuviera. Unas manos frías se posaron sobre mí. La voz conocida de un hombre intento tranquilizarme. Pero no podía respirar, me estaba ahogando. Pude escuchar como maldijo la situación delante de él. Abrí mis ojos intentando ver. La persona delante de mí, no era nadie más que Daez Brhazo. Tenía mis dudas. ¿Es mi atacador? O ¿mi salvador? Su rostro parecía disgustado, me miró y dijo. —¡Esto dolerá! Pero debes aguantar. Acaso podría llegar a sentir más dolor que este. No supe qué hizo, pero sentí un dolor pulsante en la mordida ya hecha por el lobo. Si, él tenía razón, incluso puedo apostar a qué el dolor se duplicó. Esta vez, no tenía fuerza para gritar y mucho menos para moverme. Era como estar anestesiada, pero consciente. Estaba perdiendo la consciencia, pero escuché la voz de grey, no sé qué pasaría conmigo, pero, habiendo llegado grey, ahora podía descansar. Mis párpados estaban pesados y poco a poco perdí la consciencia. No supe nada después de eso. Solo recuerdo haberme despertado en la sala de un hospital. La enfermera estaba inyectando algún medicamento en mi cuerpo. Al verme despertar, su rostro se alegró de alivio. Puedo apostar a qué mi abuelo tuvo que amenazar a todos. Salió y comunico que estaba despierta, sin más preámbulos todos mis familiares entraron al cuarto. Mi padre y mi abuelo tenían un rostro opaco mientras, Reiliey y mindi, parecían molestas. Regrese de la muerte, solo para ver esos rostros, sonreí ante todo lo ya sucedido. Acaso me volví loca. Estoy segura de que un lobo me mordió y daez Brhazo me salvó. Era normal informar lo sucedido sin que me llevarán al psiquiatra. Mi familia, hablo un rato conmigo, no sabía si mencionar lo ya sucedido o ignorarlo y buscar ayuda psicológica. Incluso para mí, era un tema delicado. Creo que tengo que hablar con daez Brhazo. Tenía muchas dudas. Pero todas se fueron en el momento de la pregunta de mi abuelo. Me miró con un rostro opaco y fue directo al grano.—¿Qué recuerdas? Suspire e inhale, dejando atrás todas mis inseguridades, me dedique a ser lo más franca posible.—¡Un hombre lobo! Y ¡A Daez Brhazo! El rostro de mi familia se volvió tétrico. Pensé que se burlarían de mí, pero solo me miraron con un rostro confuso. Mi abuelo miró a Reiliey y está solo confirmo con su cabeza. Unió sus manos haciendo un signo extraño con sus dedos. Pronuncio una palabra en algún idioma desconocido. No sé qué había pasado, pero mis párpados se sintieron pesados y volví a caer desmayada. Estaba dormida, pero pude sentir como me levantaron, pude sentir cada paso que dio la persona conmigo en brazos, me subieron a un auto y pude contar cinco kilómetros exactos. Me bajaron y tal vez estoy loca, pero pude sentir como me ataron las manos y las piernas. ¡Vaya, mi propia familia me estaba secuestrando! CONTINUARÁ…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD