LA MIEL DE LA CORRUPCIÓN

1447 Words
En ese instante, Jan pone su teléfono en un nochero, y luego se arrodilla cerca de su cama, y se pone a orar: — Oh Jesús, oh señor, yo me arrepiento de mis pecados, santo tu eres, rey de reyes y señor de señores, oh señor, protege a mi familia de todo mal y peligro. Oh Dios, manda tus ángeles para que protejan a las personas que no tienen de que comer y que vestir, y están en la calle, señor, cuida mis sueños... Después de siete minutos, Jan termina su oración de antes de dormir, y se acuesta en su cama... El día siguiente, Isabella entra a la habitación de su hijo, y lo despierta, diciéndole: — ¡Levántate hijo! — ¿Qué paso? — Tu padre está enfermo. — ¿Cómo? De inmediato, Jan se levanta de la cama y junto a su mamá van a la habitación principal. Cuando encuentran a Blick quejándose bastante de su dolor de espalda. Jan le dice a su padre: — Pensé que ibas amanecer mejor, vístete para que vamos al hospital. — No, no, yo quiero que vayas a la farmacia y me traigas las pastillas que se me acabaron. Y luego vas a trabajar solo, ya que necesito descansar unos días. — No seas necio papá, necesito que te vea un doctor. Isabella también le dice a Blick: — Hazle caso a Jan. — A ti y a Jan se les olvido que tenemos el mejor doctor, esto se me quitara. — Lo sé, pero eres un hombre muy testarudo. Jan se sonríe bastante, y le dice a su padre: — Dime el nombre de esas pastillas, yo las voy a comprar y después voy a trabajar. — Anota en un papel. — Espera... — Bueno. Jan consigue donde anotar. Cuando Blick le dice: — Las pastillas se llaman Fraud Neurobión. — Bueno, ahora mismo salgo y te la consigo. Jan y su mamá salen a la puerta de la habitación. Cuando Blick le dice a su hijo: — ¿No se te olvida algo? — ¿Qué? — Hijo, las llaves de la camioneta. — Ah, sí, ¿dónde están? Isabella le dice a su hijo: — Están en ese nochero, no te demores con eso. De inmediato, Jan coge las llaves, y les dice a sus padres: — Me visto y salgo, ¿o quieren que salga así en pijama? Al mismo tiempo, Blick y Isabella le dicen a Jan: — ¡Vete! En seguida, Jan se va a vestir, y luego de eso se va a orar al estudio antes de salir... Jan termina de orar, y sale de la casa en busca de conseguir la fórmula de su padre. Cuando ve varios a fiches del candidato Jonhson. Y se sube a su camioneta, y se va... Después de unos minutos, Jan llega a la farmacia Sunshine, y encuentra una gran contienda entre tres vendedores, que alegan entre ellos. Exponiendo que su candidato es mejor. Jan espera un instante a que se calmen un poco, y después les dice: — ¡Disculpen! ¡Ey!... necesito que me atiendan. El que maneja la farmacia deja de discutir con sus compañeros, y se acerca a Jan, y le dice: — Perdón, ¿qué necesita? Jan le da le papel al señor, diciéndole: — ¡Mire! — Ah, Fraud Neurobion, ya se lo traigo... El señor vuelve alegar con sus compañeros, y cuando le trae la droga a Jan, sus compañeros le gritan que Bernar no sirve. Cuando este en cara de Jan les grita también: — Jonhson, Marchal y Meneses, ¡los tres son unos demonios! Impactado, Jan le pregunta al vendedor: — ¿Usted conoce el mundo espiritual? — No, pero si te fijas bien en esos tres, veras que no normales. Los demás compañeros se enojan. Cuando Jan le paga rápidamente al señor, y se va de ese lugar al sentir mucha presión en ese sitio. Jan se sube a la camioneta, y dice: — ¿Pero que le está pasando a la gente? Condominio Fall Line, Jonhson le abre la puerta a Meneses, y le expresa: — Estoy muy extrañado con tu llamada, y ahora con esta visita tan de mañana. — Buenos días Jonhson. — Buenos días. — Como te dije por teléfono, tenemos que hablar. — Sigue. — Gracias... Meneses entra a la casa de Jonhson y saluda a la esposa, la cual se va para su habitación y los deja solos... Jonhson y Meneses se sientan. Quedando frente a frente. Cuando Jonhson cruza sus piernas, y le expresa a su rival: — A ver Meneses, déjate de rodeos y habla, ¿qué quieres de mí? — Quiero que nos unamos y derrotemos a Marchal y a Bernar, los cuales están en las encuestas por encima de nosotros, tenemos que ser más inteligentes. Y unirnos para poder ganar este pueblo. — Me has dejado bastante desconcertado, y con bastantes preguntas... — ¿Cuáles son tus preguntas? — Cuando dices que nos unamos, ¿quieres decir que uno de los dos desista de la carrera de ser alcalde y se una al otro? — Si. — ¿Te vas a unir a mí? — Claro que no, tu estas de último y, por lo tanto, yo tengo más posibilidades de ganar, ¿tengo o no tengo razón? Jonhson se queda callado por unos segundos, y luego le expresa a Meneses: — Solo quieres ganar a toda costa, pero conmigo no lo vas a lograr. — Escúchame Jonhson, si yo gano, a ti no te faltara nada, yo cumplo con mi palabra. — ¿Por qué no le ofreces esto a Bernar o a Marchal? — Porque les quiero ver las caras cuando pierdan, los quiero ver sufrir, porque por más que estén buscando comprar votos, ellos van a perder. Jonhson queda mirando a Meneses, y le dice: — ¿Estas acusando a Marchal y a Bernar de comprar votos? — Claro, y voy a tener las pruebas de eso, pero eso es otro asunto, ahora quiero que me des una respuesta... Condominio Riverside, Marchal sale a su balcón, y se toma una taza de café. Cuando recibe una llamada del gobernador, quien le dice: — Hola primo. — Hola, ¿y esta llamada tan de mañana? — Debes de ponerte las pilas con esos candidatos Bernar y Meneses, pueden pasarte en la encuesta y cuando llegue el día de las elecciones, ganarte. — No te preocupes primo, eso no va a pasar, la gente está conmigo. — No te confíes Marchal, muchas veces el que va de ultimo termina de primero. — Si, si, ya se me ese cuento, de todas maneras, ya me estoy asegurando una gran cantidad de votos. — Eso espero, necesito que ganes. — Y así va hacer... En la calle, mitad de la campaña de Bernar van casa por casa, y entregan afiches y tratan de convencer a la gente para que voten por su candidato... Condominio Bachman Villege Home, Jan se baja de la camioneta y ve desde lejos a varias personas repartiendo afiches. Y entra a su casa... En ese momento, Jan se encuentra con Theo y su mamá, y le dice a Isabella: — Aquí le traje las pastillas a mi padre. — Gracias hijo. Jan le da las pastillas a su mamá, y le dice a Theo: — Hoy te voy a llevar a la escuela. — ¿No tienes que trabajar? — Te dejo y después voy a trabajar. — Bueno. Isabella va a la habitación, y le dice a su esposo: — ¡Mira! Jan trajo lo que necesitas. — Qué bueno. — Aquí te traje agua. Jan también entra a la habitación, y se despide de su madre y de su padre. Cuando Blick le dice a su hijo: — Trabaja en lo que puedas. — Si, bueno, me voy. Isabella le dice a Jan: — ¿Puedes llevar a Theo a la escuela? — Eso iba hacer. — Bueno... Jan sale de la casa con su hermano, y lo sube a la camioneta. Cuando este le dice: — Esta es la primera vez que me llevas a llevar a la escuela. — Siempre hay una primera vez. Antes de que Jan se subiera a la camioneta, un joven se le acerca y le da un afiche de Bernar, diciéndole: — Buenos días joven. — Buenos días. — Este es el candidato del futuro, es el candidato de los jóvenes. El joven se va a la otra calle. Cuando Jan se sube a la camioneta, y le expresa a su hermano: — La gente se ha enloquecido con esa política...
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