LOS CUATRO CANDIDATOS

1727 Words
Una gran multitud de personas salen de la Iglesia. Cuando Jan le responde a su hermano: — Ya nos vamos a ir, espera a que nuestros padres terminen de hablar con el pastor. — Es que el hambre que tengo es mucho, y si no como pronto, como el riesgo de morir. Jan se ríe bastante de su hermano, y le dice: — No te vas a morir por pasar unas horas con hambre, ahora te compro algo antes que lleguemos a casa. — Bueno... Jan a Loren pasar cerca, y la saluda, diciéndole: — Hola Loren, no te vi llegar. — Hola Jan, es que llegué bastante tarde y me senté en las últimas sillas. — ¿Pero si alcanzaste a escuchar la predica? — Si, estuvo muy buena. Theo queda viendo a su hermano, y coge la mano derecha de Loren, y le dice: — Le gustas a mi hermano. Loren se pone muy nerviosa. Cuando se exalta bastante, y le dice a su hermano: — ¿Pero qué estás diciendo? — El pastor dice que no se puede decir mentiras. Jan y Loren se ven las caras. Cuando Loren se despide rápidamente de Jan y de su hermano, y se va de la Iglesia. En seguida, Jan le expresa a su hermano: — No seas imprudente Theo, me hiciste avergonzar. — Solo quise ayudarte, además, todavía tengo hambre. Isabella y Blick terminan de hablar con el pastor. Y salen junto con Jan y Theo, y se montan en su vehículo y se van a casa. Minutos después, Jan y su familia llegan a casa, y mientras Isabella se pone a preparar la comida. Jan sale de la casa a pensar de la predica. Cuando escucha a dos personas hablar del debate de los alcaldes en la noche... Jan saca su teléfono y verifica esa información, y ve a los cuatro candidatos que se van a presentar en la noche. Cuando su padre se pone a su lado, y le dice: — ¿Qué haces? — Ah, escuche a dos personas que iban pasando por aquí, y estaban hablando del debate esta noche. — ¿Y qué piensas de eso? Mejor te cambio la pregunta. ¿Quién crees que gane? — ¿El debate? — No, esta alcaldía. — No lo sé, pero si uno se pone a ver estos gráficos que se muestra por este celular, ese candidato llamado Marchal, les lleva diez puntos de ventaja. — No es nada. — Así es, todo puede pasar... cambiando de tema papá. ¿Usted se acuerda de lo que le iba a decir al pastor? — Le ibas a comentar algo de ampliar la Iglesia. — Si, eso era. — Pero tranquilo, yo le dije eso. — Gracias papá, no sé porque se me olvido eso. — No será que estas enamorado. — Enamorado no, me agrada alguien de la Iglesia... no lo puedo negar, pero lo más importante es estar bien con Dios. — Claro que sí, lo demás es añadidura. En ese momento, los vecinos del frente llegan de viaje, y saludan desde su vehículo a Jan y a Blick, quienes también los saludan... En seguida, los vecinos abren la puerta de su casa, y dejan a su hijo en ella, y van los dos a donde están Jan y su padre, quienes antes los habían invitado a la Iglesia... Oscar le dice a Blick y a Jan: — ¿Cómo están? Blick le responde: — Bien, con un poco de hambre, pero ustedes no tienen la culpa. Todos se ponen a reír. Cuando Sara les dice: — Venimos de visitar a unos familiares en Nueva York, y nos quedamos muchos más días de lo pensado, por eso no llegamos a tiempo a la invitación que nos hicieron. De inmediato, Jan le dice a Oscar y a Sara: — Tranquilos, el día que ustedes puedan ir, está bien. Blick le expresa a Sara y a Oscar: — Eso es bien que hayan decidido ir a la Iglesia... Oscar no deja terminar de hablar a Blick, diciéndole: — Cambiando de tema, ¿ustedes ya tienen un candidato por quién votar? Blick y Jan dicen que no. Cuando Sara les dice: — Ayúdenos y voten por Marchal, ese hombre va hacer un alcalde extraordinario, además, el gobernador lo apoya. Jan le responde a Sara: — En esta casa no vamos a votar por ninguno. Isabella sale a la puerta y saluda a Oscar y a Sara, y luego le dice a su esposo e hijo: — Ya pueden venir. En seguida, Blick se despide de Oscar y Sara. Y se va a la casa. Cuando Oscar le dice a Jan: — Ustedes tienen, no... todos tenemos la oportunidad de mejorar el pueblo y Marchal es el candidato ideal para eso. — Esa es su elección y yo la respeto, mas no la comparto. Sara le expresa a Jan: — Ustedes nos invitaron a la Iglesia y nosotros aceptamos, y vamos a ir, ahora nosotros los invitamos a votar por alguien que va hacer las cosas bastante bien. De inmediato, Jan le responde a Sara: — ¿Esto es una especie de chantaje? — No, claro que no. — ¿Cómo ustedes saben que ese candidato va hacer las cosas bien? Porque a mí no me genera confianza. — Él va a ganar. — Perdonen, pero ya tengo mucha hambre. En seguida, Jan se retira de la presencia de los vecinos, mientras Oscar le dice a su esposa: — No, ellos me estaban diciendo que votara por su candidato, ya que nosotros los invitamos a la Iglesia. — ¿Y qué tiene que ver eso? — Es un chantaje. — Pues, si no quieren ir a la Iglesia, es problema de ellos, lo que está en juego es su salvación, nosotros estamos cumpliendo en buscar a las personas, pero no se puede obligar a nadie, ahora ve a comer. — ¿Y a qué hora hiciste la comida? — Ah, ustedes no se acuerdan, pero yo deje pollo en la nevera. Y no tuve que hacer mucho. — Qué bueno, porque también tengo mucha hambre. — Entonces ve a la mesa, ya está cérvida la comida. En seguida, Jan va a la sala, y ve a su padre y a su hermano en el comedor, y con mucha extrañeza le pregunta a su padre: — ¿Acaso me estas esperando para comer? — Claro, excepto Theo. — Así veo. Theo se sonríe y les dice a los dos: — Yo estoy en crecimiento, así que tengo que comer a tiempo. Isabella se sienta junto a su familia, y ora antes de comer, y luego de hacerlo, Jan y Blick comienzan a comer. Cuando Isabella le pregunta a Jan: — ¿Y los vecinos por quien van a votar? — Por Marchal, esta noche es el último debate. Theo le dice a su mamá: — No hiciste el jugo que me gusta. — Después tu jugo de mora, ahora sigue comiendo. Blick se sonríe. Cuando se toca su espalda un poco, y luego les dice a todos: — Gane el que gane, ese día vamos a estar orando y clamando por el bien del pueblo... En la noche, Jan termina de leer varios capítulos de la Biblia en el libro de Isaías. Cuando se acuerda del debate, y le da curiosidad de ver a los candidatos e intenta ir a la sala, pero se detiene, y dice: — Mejor lo veo por el celular. De inmediato, Jan coge su teléfono y busca por YouTube el debate en vivo. Cuando lo encuentra, pero este ya había iniciado con la intervención de dos aspirantes, Jonhson y Bernar... En ese instante, el candidato que le toca el turno es Meneses, pero tiene problemas con su micrófono, y es asistido por un hombre y una mujer. En ese momento, Jan se sienta en la cama. Cuando el candidato se prepara para hablar, y espera a que los asistentes les confirmen si ya puede hablar. Marchal mira de reojo a Meneses. Cuando la presentadora le repite la pregunta al aspirante: — ¿Es usted el hombre que este pueblo necesita para terminar con los problemas, o por decir de otra manera, con algunos fantasmas de corrupción que aquejan al pueblo? — Muy buenas noches, sí, yo soy la persona más preparada de los tres que están aquí, y con todo el respeto lo digo. Para tener esta responsabilidad. Marchal, Bernar y Jonhson se ríen un poco de lo que dijo Meneses. Cuando este sigue diciendo: — Yo soy el más indicado, porque voy a invertir todo mi tiempo para todas las personas que aún no tienen trabajo, voy a mejorar la calidad del hospital y los centros médicos pequeños de este pueblo, yo prometo que el pueblo Telluride va a cambiar para bien en mi mandato... La presentadora mira a Marchal, y le repite la pregunta que le hizo a los tres candidatos. Cuando este acomoda su corbata, y dice: — Primero que todo, lo que dice Meneses es muy risible... De inmediato, la presentadora le expresa a Marchal: — Esa no es la pregunta señor Marchal. — Bueno, no, pero quería opinar. — Tranquilo, ya tendrá tiempo para replicas, pero esta es una pregunta importante, ¿es usted el hombre que necesita Telluride? — Por supuesto, yo voy hacer el alcalde de la seguridad, este va hacer el pueblo más seguro de todo Estados Unidos, invertiré también en infraestructura, y combatiré la pobreza, que, aunque es menor, la hay... este pueblo necesita un hombre capaz y decidido afrontar todos los rectos que hoy en la actualidad existen. Jonhson le dice a Marchal: — ¿Te sientes seguro porque tu primo el gobernador te ayudara a ganar la alcaldía? — ¿Pero qué estás diciendo? ¿Quién te dijo que el gobernador es mi primo? Me estas calumniando y eso es grave. — No te hagas Marchal, aquí todos sabemos eso. Bernar le pregunta a Marchal: — ¿Tienes como probar que el gobernador no es tu primo? — Por supuesto, yo no necesito de ayudas para ganar estas elecciones, pero no diría lo mismo de ustedes tres, ustedes son unos corruptos. De inmediato, los tres candidatos se alteran bastante. Cuando Jan apaga su celular, y dice: — No vuelvo a ver esto...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD