Andora corre por la oscura senda, lo más que sus piernas viejas se lo permiten. El río se encuentra a unos cuatro kilómetros y con suerte llegará antes de que la noche caiga por completo sobre Kresla. Tal como ese prisionero le había dicho, logra divisar una casa nada suntuosa, pero bastante hermosa y cuidada en la parte alta de una sierra. Es la única casa en el sitio, así que debe ser esa. Llega hasta la entrada y la puerta es abierta por una joven doncella, bastante hermosa, que la hace pasar de inmediato como si ya supiera quien es ella y a lo que viene. —La princesa Ryanah va a recibirla dentro de un rato, por favor, espere aquí. La joven se retira dejando a la anciana en total incertidumbre. ¿Quién es esta princesa? ¿Por qué nunca oyó hablar de ella? ¿Será ella la hermana del di