CAP 31 ¿POR QUE NO YO?

1097 Words
Algo en ella brotó desde su corazón, algo oscuro, respiró agitadamente y sacó su teléfono tomando algunas fotos de la pareja. Rosalía salió del lugar rápidamente, llevó las fotos a imprimir y las metió en un sobre. p**o a un mensajero por dejar el sobre en la gran mansión. Laura lo recibió y lo llevó hasta las manos de Miriam. Miriam estaba furiosa, esperaba de pie a Linda en la puerta. Al verla llegar la tomó del brazo. “¿Cómo se te ocurrió salir con ese tipo? ¡No tiene ni donde caerse muerto!”. Linda no entendía, salía con Guillermo a escondidas, sabía que su madre no lo aceptaría. “Mamá ¿De qué hablas?”. Miriam se acercó a la mesa y le lanzó todas las fotos. Linda las recogió y frunció el ceño. “¿Quién pudo hacer esto?”. Negaba con su cabeza. “¡Te advierto Linda! deja de ver a ese muchacho o te enviaré a un internado”. “Pero mamá yo lo quiero, puedes darle una oportunidad”. Linda le suplicó a su madre. Miriam estaba furiosa. “¡No! Eres mucho para él, te he educado para ser esposa del mejor en esta ciudad no un simple mesero”. Discutieron un rato más y Linda se encerró en su habitación, llamó a Guillermo para contarle todo. Más tarde Guillermo llegó a la mansión, bajó de su moto y entró a escondidas por el jardín para verse con Linda. Linda lloraba en sus brazos. “Porque no nos dejan estar juntos, nos queremos”. Guillermo acariciaba su cabello. “Tengo una solución, pero no sé si estarás de acuerdo”. Linda lo observó atenta. “Podemos. Escapar juntos y casarnos”. Guillermo le soltó. Linda abrió mucho sus ojos. “¿Casarnos?”. Guillermo afirmó. “Si estamos casados ya no podrán separarnos, tú ya eres mayor de edad”. Linda lo pensó por un momento, ella amaba a Guillermo. “Está bien”. Guillermo sonrió y la besó, no la dejaría por ningún motivo, ella era hermosa, le gustaba mucho y además era rica. Guillermo citó a Rosalía en el mirador de la ciudad, era uno de los lugares donde ellos tenían encuentros antes. Rosalía llegó en un taxi, se bajó y caminó por la vereda. Guillermo estaba en la cima esperándola en su auto. Al verla giró y sonrió acercándose y dándole un cariñoso beso. Rosalía no se molestó por esto, dejó que él invadiera su boca. Guillermo se alejó de ella y la llevó adentro del auto. Se sentaron cada uno, en un asiento, Guillermo apretaba el volante, estaba algo extraño, Rosalía lo sintió. “¿Qué pasa?”. Ella ya se imaginaba que le diría sobre las fotos y la reacción de Miriam y Linda, Lo único que quería era que se separaran no importaba nada más. Guillermo giro hacia atrás y Rosalía siguió su mirada, encontrándose unas maletas. Rosalía observó a Guillermo esperando una explicación. Guillermo le explicó. “La madre de Linda se enteró que estamos saliendo, le prohibió verme… ¡Vieja estúpida! Linda aceptó escaparse y casarse conmigo, su madre no podrá separarnos después de estar casados”. Rosalía no podía creer lo que escuchaba, las fotos no los separaron al contrario los habían ayudado a unir más a Guillermo con Linda. Ella empezó a respirar muy agitada, negaba con su cabeza, no podía ser posible, Guillermo no podía casarse con Linda. Cerca de ahí, un chico corría en dirección al mirador, quería esconderse entre los árboles, debía una cantidad inmensa de dinero a unos tipos, ya lo habían golpeado y había podido escapar devolviendo algunos golpes dándole oportunidad para correr lejos, cuando vio que se habían cansado de buscar el bajo del árbol y caminó hacia la cima con mucho cuidado, estaba lastimado del abdomen, era mejor esconderse un tiempo antes de volver a la ciudad, cerca de la orilla observó el auto y a dos personas adentro. Se escondió entre los matorrales, no le importó de seguro era una de esas parejitas que acostumbraban tener sexo en este lugar era muy popular por eso. Se recostó cerca de un árbol y unos arbustos lo escondían de las personas en el auto por él podía ver fácilmente a través del cristal. Se quedó sentado en silencio cerca en una roca, descansaría un poco más antes de bajar y buscar la forma de salir ileso de este problema. Guillermo se acercó a Rosalía para besarla, la ayudó a subir en sus piernas para seguir besándola en el cuello. “Vamos dejemos de hablar necesitamos despedirnos, no nos veremos en un tiempo”. Rosalía le preguntó entre besos. “¿Por qué Linda? ¿Por qué ella? ¿Por qué no yo?”. Guillermo se detuvo y la miró a los ojos. “Por qué la amo a ella”. No entendía porque Rosalía no comprendía sus palabras. Rosalía observó su mirada, era verdad, amaba a Linda. Mientras que ella lo amaba a él. Sus manos se apretaron con mucha fuerza y las metió en su bolsillo derecho. Hubo un momento en que Rosalía sintió un sonido nítido en sus oídos y después escuchó un gemido. Cuando despertó de su ensoñación observó a Guillermo que la miraba sorprendido. Rosalía con mirada confundida preguntó. “¿Qué?”. Guillermo bajó su rostro para ver hacia abajo, Rosalía tenía una navaja en sus manos estaba enterrada en su pecho. El escupió algo de sangre de su boca. “Rosali…” Empezó a toser y sentirse mareado. No podía respirar. Rosalía solo lo miraba en silencio, algo en su cerebro había fallado, no podía volver en sí, veía como la sangre se vertía entre su ropa y la de Guillermo. Sus manos temblaban, pero seguía sosteniendo la navaja. Ella hizo una mueca introduciendo más la navaja y lo miró. “¿Por qué no yo?”. Volvió a preguntarle. Guillermo no podía hablar solo la miraba asustado. Levantó su mano tratando de tocarse el pecho, sus dedos apenas rozaron la zona manchándose de sangre, pero Rosalía encajó más la navaja. “¿Por qué no yo?”. Volvió a preguntar. Guillermo trató de moverse y su mano se colocó en la ventana. El chico que estaba afuera en la intemperie, observó el auto y miro a la mujer encima del chico. Se rió. “Vaya forma de comer frente a los pobres”. Resopló.

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