NARRA AMANDA —Dios te bendiga, hija. Que sea la voluntad del señor. Si es de él obtendrás el trabajo —me dijo mi madre la mañana que iba a mi entrevista. Desde que me notificaron que alguien importante requería de los servicios de una niñera a tiempo completo, y que para doña Juanita yo fuera su primera opción me tenia muy emocionada. Toda la vida me dediqué a ser una buena hija. Estar pendiente de mis padres y sus enfermedades. Mi madre no tiene algo incurable, es mas solo es un resfriado. —Me preocupa un poco el dejarla sola mamá. No podre estar aquí para cuidarla —comenté con pesar. Ella se acerca y levanta mi barbilla para verla. —Yo estoy bien hija, no te preocupes. Me preocupa que estes todo el tiempo que pasas adentro de esta casa esclavizada a mí. Deseo que continues estudiando