Carlos Fontaine. No me quita su mirada de asombro por lo que acabo de confesar. Y a pesar de lo terrible de mi relato, me vuelve a abrazar. Pero esta vez la sensación que me da esa unión, es diferente. Me ofrece mucha paz. Después de ese largo abrazo, retomo fuerzas para seguir. ....................................................... Han pasado tres días y Emma aún no despierta. Me he movido solo lo necesario para no dejarla sola ni por un solo momento. Y aunque la Nana está también todo el tiempo con ella, me siento más tranquilo si la puedo ver con mis propios ojos y de que tenga todo lo necesario. Gracias a Dios, ni mi madre ni mi hermana, no se enteraron todavía lo que sucedió. Estoy seguro de que cuando ocurra eso, la decepción de ellas será completa. Estoy agotado. Mi capaci