COMPAÑERA DE CURSO, PARTE I

2900 Words
             —C: que les pareció la experiencia que tuve cuando comencé en mi primer trabajo chicos. —             —O: bueno a mí me gustó mucho, de verdad me hubiera gustado verte por un huequito hecha toda una fiera. —             —C: calla Oscar, si eres loco. —             —J: estoy de acuerdo, con Oscar a mí también me hubiera gustado ver ese espectáculo, ¿Qué es de la vida de ese tipo el que era tu esposo Camila? — —C: bueno cuando nos separamos él se fue a su ciudad natal con su madre y no he sabido más de él. — —J: ¡ah ok! Bueno ¿quién será el próximo en echar otro cuento? Es hora que Oscar nos cuente algo. — —C: tienes toda la razón, pero tiene que ser una historia que en realidad paso. —             —O: ok está bien, y por supuesto, la historia es cierta. —   Son las cinco de la tarde, estoy esperando a Andrea, una chica de mi facultad con la que mantengo una amistad bastante estrecha. Nos conocimos el primer año de facultad, hace más de 12 años, y desde entonces solemos vernos casi todas las tardes para estudiar y de paso tomar café y charlar sobre todo tipo de temas. Aunque les parezca extraño, nunca me planteé mantener relaciones sexuales con ella, llegó un momento que era como una hermana para mí. Físicamente está bien, sin más. Mide 1,60, es morena con el pelo largo y rizado, tiene unas caderas algo anchas pero con culo apetecible, senos bastante grandes. En cuanto a personalidad es bastante simpática y amable pero tímida con los desconocidos. En nuestras conversaciones generalmente no hablábamos de sexo pero de vez en cuando sí tocábamos el tema e incluso me dijo que de vez en cuando se masturbaba, pero era algo normal y yo no indagué más en el tema. Los hechos que a continuación narro ocurrieron un verano cuando íbamos a mitad de carrera. Recuerdo que ese día me desperté muy tarde, sobre las cinco, ya que la noche anterior habíamos estado de fiesta llegué a casa a eso de las 10 de la mañana. Al poco rato, mientras me preparaba un bocado, sonó el teléfono. Era Andrea, me preguntó qué tal la resaca y yo le comenté que bien. Me dijo que sería interesante quedar para tomar un café, ya que ella llevaba varios días sin pisar la calle porque había estado constipada.   La verdad es que a mí no me apetecía mucho el ajetreo de salir a la calle y le dije que si no le importaba, podíamos estar en mi casa merendando y viendo alguna peli. Ella aceptó. Cuando llegó me quedé un poco sorprendido, la encontré muy sexy cuando abrí la puerta la vi. Como era verano, iba con lo mínimo. Llevaba puesto un top azul súper ajustado, de esos que tapan por delante pero dejan la espalda al descubierto. De perfil se le veía un trozo de los senos. La verdad es que empecé a notar un calor en mi entrepierna, no es que tuviera una erección pero me estaba poniendo caliente, sobre todo al fijarme de que incluso se le notaban los pezones marcados en el top. Debía tener una talla 100 o 105 más o menos. Como les dije anteriormente, a ella la veía como a una hermana, era mi amiga, una gran amiga, nunca había pretendido nada con ella, nunca me había fijado tanto en ella.   Nos pusimos a merendar y al poco rato ella me comentó que podríamos ver alguna peli, a mí me pareció bien le dije que había comprado una que todavía no la había visto. A ella le pareció bien, acto seguido dijo que esperase cinco minutos que iba a ir para la tienda para comprar palomitas, y que mientras tanto yo preparase la película. Le dije que estaba bien. Estaba muy caliente, no había parado de mirar sus pechos en todo el rato, me daban ganas de masturbarme mientras ella venía, pero realmente no me daría tiempo y prefería hacerlo después, con más tranquilidad. Sin embargo se me pasó una idea por la cabeza, era poner en el video una cinta porno para ver su cara al contemplarla, y hacer como que me había equivocado pidiéndole disculpas.   Preparé una escena en la que se veía una chica comiéndole la polla y los huevos a un tío, mientras él restregaba su polla por sus pechos. Estaba poniéndome a tope sólo pensando en cuál sería su reacción, imaginándome incluso que ella decía que no la quitase y que la viéramos entera. Sonó el timbre, abrí la puerta. Ella entró y puso sobre la mesa todo lo que había comprado. Nos sentamos, bajé un poco la persiana para que no molestase tanto la claridad y pulsé el Play en el video. A los diez segundos paré la imagen. La miré, su expresión no era de asco ni de asombro, más bien noté como si le hubiese gustado observar más. Me miró y simplemente me dijo: — ¿y eso? — La verdad es que su reacción fue mejor de lo que esperaba, no le molestó por lo visto lo que vio y entendió a la perfección que me equivocase de cinta.   Ya de paso, ella me comentó que varias veces por la noche había visto alguna que otra película porno, pero tampoco se extendió en el tema y fue al servicio mientras yo ponía la otra película, que por cierto resultó ser muy mala. Al terminar, se despidió de mí y me dijo que ya nos veríamos al día siguiente. Nos despedimos y me fui rápidamente al servicio a masturbarme, no podía aguantar más, la condenada de mi amiga me había puesto a cien. Cuando terminé me tomé un café bien cargado ya que tenía un poco de sueño, a continuación llamé a Andrea al móvil para ver si podíamos quedar por la noche. La verdad es que se me estaba pasando por la cabeza la idea de entrarle, pero no sabía cómo hacerlo. Además, a mí lo que me daba morbo era tirármela pero no salir con ella ni mantener una relación seria. La cuestión es que quedé con ella en una tasca a las 11 de la noche. Llegué puntual, ella ya estaba allí esperándome. Nos sentamos y pedimos unos tequilas. Comenzamos a hablar de diversos temas, yo la animaba a beber para pedir más copas y que así entrase en calor pero que no se cortase al hablar, puesto que yo fui desviando las conversaciones hacia el tema del sexo. Llegué a confesarle que la semana anterior había estado con una prostituta, ella rio y me preguntó que qué tal la experiencia. No me corté y empecé a contarle lo que hice con la puta, era de esas que se anuncian en el periódico vin0 a la casa, una mulata con el pecho bastante grande y con unas piernas súper largas, unos labios que se comían mi polla como nunca nadie lo había hecho. Le contaba todo esto a Andrea utilizando este mismo lenguaje, o sea no me cortaba.   Ella seguía con mucho interés mi relato, la verdad es que me estaba poniendo cachondo al hablarle con esa naturalidad de mi experiencia con la prostituta. De repente quedé sorprendido cuando ella me dijo:   —A: ¿Por qué no llamas esta noche y os espío mientras lo hacéis?, ¡Venga Oscar, sería un punto ver cómo te lo haces con una mulata!, ¿te da vergüenza o qué? —    No daba crédito a lo que escuchaba, entre las risas y las copas que habíamos tomado. ¡Mi mejor amiga diciéndome que quería verme follar con una puta! Realmente mi plan no pudo salir mejor, y rápidamente fuimos a mi casa buscamos el periódico en el que venía el teléfono de la chica, creo que se llamaba Carolina o algo por el estilo. Mientras llamaba por teléfono, ella preparó un par de whiskys, empezaba a notarla mareada y no paraba de reír e incluso creo que de vez en cuando miraba mi paquete disimuladamente. Me pidió que pusiese música, lo hice, a continuación se puso a bailar. Yo hacía un rato que estaba con una gran ereccion, no me lo podía creer, iba a follarme a una fulana delante de mi mejor amiga y por expreso deseo de ella. A los quince minutos sonó el timbre, y para hacer más cachonda la situación le dije a Andrea que abriese ella, a ver cómo reaccionaba la puta al ver que abría una chica. Cuando abrió efectivamente la mulata se quedó muy sorprendida, además recordaba mi casa de la semana anterior y por eso me esperaba a mí al abrir la puerta. Andrea actuó muy natural, se presentó y le contó el tema, o sea que quería ver a su amigo (a mí) follando con una chica.   Carolina iba espectacular, súper sexy. Minifalda muy ceñida y un top de cuero color rojo. Eran increíbles sus senos, en serio, una cosa que me puso la polla como un palo fue observar cómo Andrea no paraba de mirar los pechos de la chica que se le marcaban a tope en el top. Había muy buen rollo en el ambiente y sin más empecé a acariciarle una pierna a Carolina. Estábamos sentados de la siguiente manera: Andrea en una silla en frente de nosotros, Carolina y yo en un sofá de dos plazas. Empecé a meterle mano por las piernas, sin cortarme delante de mi amiga. Con una mano le acariciaba una pierna y con la otra empecé a tocarle un seno por encima del top. Ella acercó su cara y me dio un morreo de muerte, mientras tanto yo separaba sus piernas con mi mano y le subía poco a poco la minifalda, para que Andrea viese perfectamente cómo le metía mano en el coño.   Con la otra mano seguí acariciándole los senos, acto seguido le quité el top y miré directamente a la cara de mi amiga. Estaba alucinada, sobre todo al contemplar los pechos de Carolina. Debía tener una talla 130 por lo menos. Además sus pezones y aureolas eran grandísimos. Sin dudarlo cogí uno de sus pezones y me lo puse en la boca, comencé a chuparlo con ganas, mi lengua comenzó a moverse cada vez más rápido, además el hecho de que Andrea estuviese allí viéndolo me daba un morbo indescriptible. Le cogí ambos senos a la vez con las manos y se las chupaba alternativamente, mientras tanto ella me masturbaba de una manera descomunal. Tenía una mano en mis testículos y otra en mi polla, el movimiento de su mano era perfecto, sabía muy bien complacer a los hombres.   De repente Andrea dijo: —Carolina, me gustaría ver cómo la chupas. Métete la polla de Oscar en la boca y muéstrame como la chupas. — Quedé sorprendido al escuchar hablar a mi amiga de esa manera, además se había abierto la cremallera de la falda que llevaba y se estaba acariciando el coño por encima de las bragas. ¡Era increíble! Carolina rápidamente obedeció a Andrea y se metió mi pene erecto en la boca. Yo miraba a mi  amiga, ella no perdía detalle de cómo entraba mi pene en la boca de la chica. La mamada fue increíble, se la metía hasta el fondo, me la comía entera, y de vez en cuando se la sacaba de la boca para lamer con ansia mis testículos.   Estaba a tope, Andrea ni siquiera me había visto desnudo, y ahora me veía y además veía cómo me la chupaba una fulana, era increíble. A los pocos minutos tumbé en el suelo a Carolina y empecé a follármela, miré a mi amiga y se había bajado la falda totalmente. Además, se había quitado la camiseta que llevaba y estaba en sujetador. Un sujetador n***o cubría sus pechos, con una mano empezó a tocarse una de los senos por fuera y con la otra se tocaba el coño. Yo seguía follándome a la chica, amasaba sus pechos, se los chupaba mientras se la metía cada vez con más fuerza en el coño. Acerqué mi boca y le di un morreo mientras de reojo observé que Noelia se había quitado totalmente el sujetador.   Acto seguido saqué mi polla del coño y me senté; ella se puso encima de mí dándome la espalda y se metió mi tranca hasta el fondo. Empezó a moverse sobre mí, cada vez más rápido, me follaba a un ritmo bestial, yo le agarré los senos desde atrás y le chupaba el cuello, la espalda. De repente observé cómo Andrea se acercaba a nosotros, puso su silla a un metro escaso de donde estábamos nosotros y se abrió completamente de piernas,.. Era increíble, se estaba metiendo no uno sino varios dedos en el coño y con la otra mano empezó a tocarse el culo. Miró a Carolina y empezó a decirle en voz alta: — ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te la mete mi amigo? ¡Mírame el coño mientras él te la mete! Mira como me masturbo viéndoos follar, ¡me encanta veros follar! —   Sin duda Andrea estaba fuera de sí, se metía la mano todo lo que podía, se acariciaba los senos, me pedía a gritos que follara bien a Carolina. A continuación saqué el rabo del coño y la puse a cuatro en el suelo, de manera que la boca de ésta quedase a escasos milímetros del coño de Andrea. Me agaché y comencé a comerle el coño y el culo, metí mi lengua hasta el fondo, mientras con la otra mano le acariciaba los pechos que colgaban de su cuerpo, esos grandes senos.   No sé si les había comentado, pero me encanta comer coños, me encanta, y culos también. Me gusta hacerlo con esmero, con suavidad, lentamente, y progresivamente acelerar el ritmo, hundiendo cada vez más la lengua. De repente escuché gritar a mi amiga, gritaba de placer, gemía incontroladamente. Cuando averigüé el motivo no me extrañó: Carolina le estaba haciendo una mamada de campeonato, le estaba comiendo el coño con las mismas ganas que yo se lo hacía a ella. De repente Andrea comenzó a gritarme: —Siiiii, siiiii, Oscar, métesela por el culo por favor! fóllatela por el culo mientras me come el chocho! —   Sin pensármelo dos veces saqué la lengua del coño y me dispuse a metérsela, pero antes me quedé unos minutos masturbándome lentamente viendo de cerca como Carolina le mamaba el coño. No sólo le lamía el coño, también pasaba su lengua por el culo, mientras tanto Andrea se acariciaba las tetas y me miraba, cómo me estaba masturbando viéndolas a las dos. Carolina también me miraba, sabía que yo estaba súper caliente, sabía que verla a ella comerse el coño de mi amiga me había puesto como un toro.   Carolina  le abría bien el coño con las manos y le metía la lengua, “ummm, vaya morbazo ver a Andrea con el coño abierto”, con el coño entregado a la boca de una extraña. No pude aguantar más y agarré a carolina por el cabello y la retiré del coño de mi amiga. Le puse la polla en la boca y con las manos le sujeté la cabeza y le dije que me la chupase bien. Mientras tanto observé como carolina a la vez que me la mamaba masturbaba a Andrea, y de vez en cuando paraba y me metía a mí en la boca sus dedos mojados para que yo saborease los jugos de mi amiga. ¡Umm! Me encantaba, estaba probando el coño de Andrea aunque fuese a través de los dedos de Carolina, ¡y mientras la cabrona aceleraba el ritmo de su mamada! ... — ¡ahh! ¡Ahh! — yo ya estaba casi a punto de reventar, estaba a punto de correrme, todo esto era demasiado para mí.   A continuación carolina se sacó mi polla de la boca y empezó a masturbarme con la mano mientras me decía: —Mira Oscar, mira a tu amiga, mira como le masturbo el coño, mira su cara, su cara de gusto, ¿te gusta? ¿Te gusta ver a Andrea así? Tu amiga es una calentona, una calentona. — Mientras me decía esto yo miraba a mi amiga y sentía la mano caliente de Carolina masturbándome muchísimo. No podía aguantar más y le dije que iba a correrme, que por favor me lamiese la polla, que me gustaría correrme en su cara y en sus pechos. De repente Andrea me miró a los ojos y me gritó: — ¡Sí, córrete encima de ella, échale tu semen en la cara y en los senos!, ¡Quiero verlo Oscar, quiero verlo, vamosssss, por favor llénala toda, córrete encima de ella! —   Mientras Andrea decía esto Carolina la masturbaba de manera salvaje, metiéndole casi la mano entera en la v****a. No pude más y reventé, comencé a echar semen como nunca lo había hecho antes. Apunté hacia su cara, le llené por completo los labios, la barbilla y el cuello. Los últimos se los eché en los senos, mientras, Andrea se acercó para ver bien mi polla echando las últimas gotas sobre el cuerpo de Carolina y a la vez se acariciaba el coño con fuerza. Esto era el no va más del morbo.
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