Mientras manejaba podía ver como Victoria a mi lado cruzaba las piernas, yo podía ver su tanga blanca ya que ella se había sentado atravesada en el asiento delantero es decir mirando hacia mi lado. Al llegar estacioné el auto ella ya había ingresado en la casa, subimos las escalera la introduje en mi cuarto, le di la vuelta dándome un beso, nuestras lenguas se comenzaron a retorcer yo tomé la suya y comencé a chupar su lengua soltándola sólo para morder sus labios, estaba en esos momentos teniendo entre mis brazos a mi querida y adorada hermana, en ese momento más querida, adorada que nunca mis manos volaban sobre sus curvas dejé su boca y bajé por su cuello con pequemos besos hasta el nacimiento de sus pechos para luego con mi lengua emprender el camino hasta su oído, donde tomé su lóbulo