Me llamo Eva y este es mi tercer año de universidad y después de dos años de la residencia, decidí que era mejor buscarme un piso ya que me era más barato que la residencia. Espero tener suerte con mi compañero y no tener que volver a hacer esta búsqueda hasta que acabe mi licenciatura de psicología. Las llamadas se fueron sucediendo hasta que creí encontrar a mi nuevo compañero de piso y lo invité a que lo viera antes de decidirse a alquilar. El timbre suena a las 5, justo a la hora a la que habíamos quedado y eso me gusta, sobretodo porque odio tener que esperar por los demás. Abro la puerta y veo a un chico de 1,80 (diez centímetros más alto que yo), ojos, cabello oscuro, de complexión atlética: — E: Tú debes de ser Marc. — — M: El mismo y tú Eva ¿no? — — E: Si, pasa para que pueda