C- ¿Pa?
Con un guiño a su hijo, el hombre lo ve de reojo.
H- Sé algunas cosas. Probablemente, eres su primera opción de pareja, deberías traerlo de vuelta si no lo tomarás en serio.
E- ¡Le llevo cómo siete años! ¿Qué edad tiene, cómo veinticinco?
A- Si le haces daño, te mato, él tiene algo especial.
E- Sí, es precioso, no lo dudo. ¿Qué hay de sus cosas?
Con un suspiro cansado, Cicero le hace seguirlo, al tanto de la impotencia de los demás. Le lleva hasta la casa de su madre, donde la mujer ya ha empezado a preparar la cena, preguntando por Njord. La cara de su hijo la deja con una sensación pesada en su pecho, ya que no se hace una idea clara de lo que ha pasado, y al ver a Elián tiene un mal presentimiento.
Ya que Njord no tiene más que ropa, Elián se alivia, más se vuelve a tensar al ver que Cicero no para de sacar prendas.
E- ¡¿Acaso fabrica ropa?!
C- No, pero tiene muchas personas que se preocupan por él, tenlo en cuenta.
E- ¿Y qué es de ustedes?
Con una expresión de fastidio, Elián casi le escupe estas palabras a Cicero, quien le devuelve la mirada con resentimiento.
C- Nosotros somos quienes lo acogieron, lo protegimos de quienes quisieron abusar de él, le enseñamos el idioma cuando no podía hablar.
E- ¿Hace cuánto llegó? Me dijeron que vino por mí.
C- Poco más de dos semanas..
Quitándole dos enormes bolsas de jardín, llenas de ropa a Cicero de las manos, Elián se retira rápidamente. Más no vuelve con Njord inmediatamente, se va a la playa con unos amigos que le esperan, para entrada la noche ir a un club. Licor, mujeres, Elián no es un ser que disfrute estar en casa más que para algunas cosas.
Cerca del amanecer, vuelve a su casa, encontrando a Njord dormido en el sofá que le había dejado. La mesa de centro está llena de bolsas plásticas, por lo que deberá volver a llenar la refrigeradora, parece que Njord le esperó más no para cenar. Al verlo en el sofá, no puede evitar acercarse a él, admirando largos minutos el rostro dormido del joven.
Tiene un rostro tan hermoso, que no parece real, con una piel suave de tono uniforme. Sus labios esponjosos tienen un tono rojizo, lucen suaves y aterciopelados, sus cejas además de pestañas lucen finas con sus tonos grises oscuros. Todo en Njord luce delicado, esculpido en porcelana, pese a tener un cuerpo musculoso.
La línea de su cuello te lleva directo al cuello de su camisa, donde la holgada prenda te invita a ver más, pero al mismo tiempo no te lo permite. Su cabello brilla cayendo cual cascada, con algunos traviesos mechones acariciando sus mejillas, cómo hilos de la más pura plata. Elián se inclina sobre Njord, acercándose tanto sin notarlo, que este abre levemente sus ojos.
Un leve sonrojo pinta sus mejillas, a lo que Elián sonríe, ensimismándose al observar los ojos de Njord. El profundo lila, con orilla carmesí de sus iris, que se difumina con un profundo azul al llegar a su pupila. Ojos tan mágicos que nunca había visto unos así, resaltando aún más su belleza sobrenatural, que hechiza a quien quiera que le ve.
N- Bebiste.
Esto saca de su ensoñación a Elián, quien no se aleja, casi rozando sus labios con los del más joven.
E- ¿Acaso no puedo?
N- Te debilita.
Esto hace reír a Elián, quien enderezandose sobre Njord, voltea hacia el otro sillón.
E- ¿Han oído? Dice que me vuelve débil.
Tomando las muñecas de Njord, Elián las presiona contra el sofá, provocando una mueca en el otro. Es entonces cuando Njord nota que no están solos, risas se escuchan a su alrededor, mientras le observan con morbo.
N- No me refería a eso, Elián.
E- Esa es otra cosa. ¿Cómo sabes mi nombre si yo no tengo la más mínima idea del tuyo?
N- Yo diría que no lo recuerdas, deberías poner atención, Elián. El mar te lo dirá.
Elián suelta a Njord, quien se endereza, quedando sumamente cerca de Elián. Esto borra la sonrisa del otro, quien con expectativa espera el próximo movimiento del más joven, más Njord se pone de pie. Elián se sorprende ante la decepción que esto le provoca, también molestándose levemente al ver a una de las mujeres que ha traído a casa hacer un prolongado contacto visual con el joven, sin embargo no percibe la expresión retadora de Njord.
Njord, que se dirigía a una de las habitaciones, parece cambiar de opinión. La expresión de la mujer le molesta, los números de hombres y mujeres están pares, pero él no está contemplado. Esto le da un mal augurio, por lo que volviendo en dos pasos toma el rostro de Elián entre sus manos, para después dejar un suave beso en su mejilla.
Al retirarse, Njord entra en la habitación de Elián, quien suspira una vez la puerta se cierra. Esto sorprende a los presentes, ya que no solo tiene a un joven despampanante en su casa, si no que el aura de este es pura e inocente. Además, el joven desborda una extraña atracción, que aumenta con su desmedida belleza.
-¿Quién es él?
E- ¿No me escuchaste hace rato? Dije que no sé ni su nombre.
La voz de la mujer que había venido con él, explota la burbuja de Elián, quien estaba tan sumido en el dulce aroma de Njord y su suave tacto. Que se molesta.
-No lo tienes que decir así.
?- La verdad es que, si tú no puedes con él, estoy seguro que yo sí.
Las tres mujeres que venían con Elián y sus amigos, ven mal al pelirrojo, que levanta sus hombros restándole importancia. Pero es el mismo Elián quien le dedica una mirada molesta, que hace a su otro amigo reír, llamando la atención.
E- ¿Qué te da tanta risa, Richard?
R- Nada~, ese niño podría ser la mismísima viuda negra, e igual pelearíamos por ser su primera víctima.
Esto le deja a claro a Elián, que el atractivo del joven no le afecta solo a él, pero tiene una ventaja sobre ellos.
E- No puede haber una pelea, si no hay competencia, Rick. ¿No has visto lo de recién?
?- ¿Por qué te molesta tanto? Es solo un niño, tú nunca te has interesado por un hombre, y el salvarlo de ahogarse no significa que no tengamos oportunidad. Yo solo digo.
E- Theodore, durante dos semanas, con muchos coyotes cómo ustedes. Él me siguió buscando.
Claramente enfrascados en su discusión, los hombres no notan cuando las mujeres se van, indignadas por la competencia desleal. Sin embargo, el hermoso joven se vuelve uno de sus temas favoritos para conversar, ya que de haber sirenas en la isla. ¿No deben ser cómo él?
Los hombres continúan discutiendo en su borrachera, hasta que los primeros rayos de sol les hacen notar la ausencia de sus compañeras, por lo que los amigos de Elián se retiran. Al este dirigirse a su cama, encuentra a Njord durmiendo en su cama, con un jogger n***o claramente de su propiedad. El cual resalta la pálida piel del joven, cuyo abdomen se encuentra levemente descubierto debido a la holgada camisa que también es propiedad de Elián, lo que realmente le resulta tentador a este.
Elián se cambia rápidamente de ropa, para después acostarse junto a Njord, quien se acurruca junto a él al percibir su aroma. Con una sonrisa, Elián jala del joven, estrechándole entre sus brazos. Njord responde entrepiernándole, provocando una suave risita en el mayor, que sin darse cuenta se duerme mientras contempla al más joven.
Cuando Elián despierta después del medio día, Njord ya se ha duchado, robándole más prendas. Por lo que lo encuentra preparando sandwiches masivamente, de cuanto se encuentra en la ya prácticamente vacía refri, por lo que riendo se acerca este.
E- ¿Es este tu intento de un desayuno?
N- Es mi intento de un almuerzo, prefiero la mayoría de las cosas crudas, pero ustedes no. Hefesto me enseñó un poco, pero tú.. No tienes de esas máquinas que cocinan, además tu refri ya no tiene casi nada, no voy a llorar para concederte un milagro por algo cómo un almuerzo.
E- Bueno, hoy iremos a comprar, tú vas a escoger lo que quieras. Además, usurpador de ropa, todas tus cosas están en mi auto.
Acercándose con cautela a Njord, Elián mete sus brazos por sus costados, abrazando por la espalda al más joven al ver que no se lo impide.
N- Me gusta tu ropa, huele cómo tú.
E- Nada mal para un débil.
N- No me refería a eso, el alcohol vuelve asquerosas las feromonas, no me gusta.
Con un puchero, Njord mira de medio lado a Elián, quien acerca su rostro al del joven para verle a sus hipnotizantes ojos.