—Sí, sí ya entendí —dijo con fastidio. —Es que es increíble esto, Eric —seguía indignada, Ethan mientras tanto reía camino escaleras arriba. —No necesito que la lleves, yo la llevaré es mi HER-MA-NA, mi responsabilidad —no era responsabilidad suya, era de sus padres, los cuales hasta ahora no he conocido. — ¿Qué? —solté una carcajada—. ¿Para que Millie regrese con bolsas llenas de chaquetas de piel y botas negras? —levante una de mis cejas—. No lo creo. —Creí que había sido claro, No te quiero en mi vida y mucho menos en la de ellos —claro, se refería a sus hermanos. —Demasiado tarde —le dije, caminando hacia las escaleras ya que Millie bajaba por estas. Cambiaría ese short de mezclilla y blusa celeste, por un hermoso vestido. —¿Lista? —le pregunté sonriente. —¡Sí! —alargó emocionad