ESTEFANÍA Llegué al hospital corriendo luego para atender la emergencia. Esta vez, según el reporte, se trataba de un hombre que se había accidentado chocando y volcando su auto. Desafortunadamente el pronostico no era bueno pero haría todo lo posible por salvarlo. Sabía que ese día regresaría tarde a casa pero estaba tranquila porque al menos mi hijo estaría con su papá. Después de una mañana complicada en medio de una cirugía, al final salí a tomarme un café antes de ir a atender a mis pacientes de las consultas que aún estaban pendientes en el día. Me había sentado en una de las mesas de la cafetería para mandarle un mensaje a Joshua de que llegaría un poco tarde a casa, aun tenía que mantener en vigilancia al paciente. Me levanté de mi lugar dispuesta a irme. Ese día no había s