ESTEFANÍA Las cosas no habían sido como Lea las había pensado. Ojalá pudiera afirmarlo y decir que eso había pasado y que siempre había sido solo de Joshua, pero era de las cosas más dolorosas en mi vida al tener que admitir que no siempre fue así. A él siempre lo había amado con la intensidad intacta, hasta hoy en la actualidad, con la que ni el tiempo ni la distancia logró borrar... aún así le había fallado y era algo con lo que tendría que cargar en mi consciencia por el resto de mi vida. Lea contuvo la respiración por la brutal honestidad con la que le estaba hablando. Las palabras no dichas me estaban mutilando la garganta deseosas por decir lo que pasó e implorar perdón por lo que había hecho. — Yo... creí que había pasado algo similar como lo que pasó con mi hermano porque la ma