Fatal atracción

1553 Words
ESTEFANÍA Joshua me estaba dedicando esa mirada herida, la misma con la que me había visto en el altar dos años atrás. Al menos podría obtener una respuesta a su trato desde ese día. Si corría esta vez con suerte. Por más que le había preguntado la causa de su cambio de parecer, solo me hablaba del karma y mis pecados. Nada más. * Cuando conocí a Joshua hace cuatro años atrás, las cosas eran distintas entre él y yo. Teníamos una relación envidiable, siempre reíamos el uno al otro y casi nunca peleábamos, excepto cuando se trataba del pedazo más grande de pizza. Parecía que estábamos hechos el uno para el otro. Recuerdo que era una noche de verano cuando nos vimos por primera vez. Yo estaba trabajando de mesera en uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad para pagar mi escuela, y sobre todo sobrevivir. Estaba en el mundo sola, tenía que comer de alguna manera. El único que me acompañaba en la vida era mi amigo Josué, que me había recomendado en el restaurante para que me aceptaran de inmediato cuando fui a la entrevista de trabajo. A pesar de que sabía que ser mesera era un trabajo pesado, no me rendí. Las propinas me ayudaban a completar mi mes, y eso me hacía feliz. Vi a Joshua por primera vez, sentado en una de las mesas de las cuales yo atendía, un sábado por la noche. Estaba con una mujer a la cual estaba cortejando en ese momento. Eso pensé en un principio al verlos juntos. La chica sonreía en todo momento con sus labios rojos meneando su melena rubia de vez en cuando en un acto de coquetería. Me di cuenta que él la ignoraba al estar con la vista clavada en su teléfono, y pude ver que el interés solo estaba en una sola parte. Ella. — Buenas noches, bienvenidos, mi nombre es Estefanía y voy a estar atendiéndolos esta noche —Les extendí las cartas del menú dejándolos sobre la mesa, como el protocolo lo indicaba.— Les dejo el menú para que lo puedan ver ¿Les puedo ofrecer algún vino o algo de tomar? ¿Alguna entrada? ¿o prefieren esperar? — Buenas noches Estefanía. —saludó la rubia sin despegar la vista de su compañía de esa noche. Ella parecía tener un cierto interés hacia él, pero él no parecía importarle su compañía. Estaba absorto en su mundo. — Una botella de vino está bien. —Dijo él sin despegar la vista de su teléfono. Ordenó uno de los mejores vinos de la casa, lo cual me emocionó por que con la comisión de la venta había completado el dinero de mi renta. Sin embargo, me tocaba disimular mi alegría. Ella lo veía con un aire coqueto intentando llamar su atención con su escote en los pechos, a Joshua parecía no importarle. Tomó el menú sin voltear a ver a su alrededor. Tenía una actitud de indiferencia con todo lo que le rodeaba. Me disculpé con ellos, me di la media vuelta para ir por el vino y darles tiempo de elegir en la carta. Los había dejado solos cuando me retiré. Al regresar con la botella, no pude evitar escuchar una parte de la conversación. —... por eso estoy muy emocionada. Vicky y yo vamos a ir a ver los vestidos de novia en París. La próxima semana voy a ir con mis amigas como despedida de soltera y me consiguieron una cita con un diseñador muy famoso. Sin duda será la boda del año. Joshua estaba con la vista clavada en el menú. Tenía cara de “saquenme de aquí por favor". — Bien. Espero que te diviertas con tus amigas. —Agregó él por cortesía. Seguía con la atención en otro lado. — ¿Tú qué harás de despedida de soltero? —En ese momento supe que estaban comprometidos. — No lo sé. Se quedaron en un silencio incómodo. Sentí la tensión en la mesa y decidí esperar un poco para entrar. — La próxima semana tenemos que ir a probar el menú. Estaba pensando en que sea una cena estilo francés. —Ella intentaba de alguna manera romper el hielo con él. — Como sea. Lo dejo a tu gusto y elección. Decidí no entrar a la mesa y esperar a que las cosas se suavizaran entre los dos. — ¿Es que acaso no estás emocionado por nuestra boda? —le preguntó la rubia un poco estresada. Era una fortuna que el restaurante estaba lleno, por lo que su discusión pasó desapercibida, excepto por mí, que estaba relativamente cerca de ellos. Joshua alzó la mirada hacia la mujer por primera vez desde que habían llegado al restaurante. No perdía esa seriedad con la que llegó. Suspiró. — Paola, perdona que te diga esto, pero tú y yo sabemos perfectamente que lo nuestro no es un matrimonio por amor. Lo siento, pero si estoy aquí cenando contigo es por qué mis papás insistieron en que conviva contigo. No estoy interesado en ver los detalles de la boda. Así que confío en ti. Paola tragó saliva, y asintió. — Está bien. —Hizo una pausa. Se le veía consternada.— Al menos podríamos intentar llevarnos bien. —Desvió la mirada hacia un punto al azar de la mesa. — Me parece bien. —Sonrió Joshua fugazmente. Los ojos de Paola se humedecieron. Mi jefe me vio a lo lejos para apurarme, pues el restaurante esa noche estaba lleno y habia bastantes mesas que atender. Tuve que entrar a tomar la orden en medio de un ambiente tenso entre ellos. Al preguntar por la orden, los ojos de Joshua se posaron en mí por primera vez. Sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo al verme con esos ojos azules. Fue algo inexplicable, algo que sucede solo una vez en la vida. Nuestras miradas se engancharon por primera vez sintiendo un extraño vacío en el pecho. No era la manera en cómo me miraba, ni tampoco era la manera en cómo nuestras respiraciones agitaron nuestros pechos. Había algo más allá que no lográbamos entender, y no lo pudimos evitar. La atracción fue instantánea, aunque no sabía si debía llamarlo amor. * Sin embargo, a pesar de los recuerdos bonitos que bombardean mi cabeza, debo admitir que situarme en el presente con él siendo mi esposo, mi nuevo futuro era incierto. Me levanté de la cama con cierta torpeza. — ¿Qué si lo sabía? Por supuesto que lo sabía. —Apretó la mandíbula mostrando sus dientes como si quisiera destrozarme. Sentí una opresión en el pecho que me daba la sensación de tener gritos ahogados. — ¿Por qué te casaste conmigo? si sabías lo que pasó y eso te afectó, ¿por qué continuar con el matrimonio? No despegué mi mirada de él. Seguía estando tan guapo como el primer día en que lo conocí. No quería verlo más de esa manera. — Por qué me enteré antes de entrar a esperarte en el altar. Mis labios temblaron. Cerré mis ojos intentando no pensar. Mis lágrimas resbalaron sobre mis mejillas, y sin poder evitarlo, el llanto salió en silencio. Me pasé de largo para salir de la habitación. Noté que Joshua me volteó a ver con sus ojos humedecidos antes de que yo abandonara la habitación. No podía estar ahí. Me refugié en el jardín llorando en silencio por todo lo que había pasado. Pasaron dos horas para que volviera a entrar a la casa. No quería toparme con él, pero para mí mala fortuna al entrar nos encontramos de frente al abrir la puerta para entrar al vestíbulo. Bajé la mirada. No quería que me viera con los ojos hinchados de tanto llorar. — El sábado de la siguiente semana va haber una fiesta de aniversario en la empresa y todos esperan que asista contigo. Mandaré al chófer por ti a las ocho de la noche. — No creo que sea buena idea que sigamos con esto. —Nuestro matrimonio era una farsa. — Estefanía, vas a ir a esa fiesta te guste o no. —Su tono de voz no era severo, pero si autoritario. — ¿Por qué no simplemente paramos Joshua? — Por que no se me da la gana. — Podrías darme el divorcio y todo terminaría para nosotros. — Darte el divorcio es hacer que las cosas sean fáciles para ti. Ocho de la noche el sábado. Más vale que estés lista o habrá consecuencias. Era la primera vez que se aparecía en tres meses y no sabía qué era lo que pretendía llevándome a esa fiesta. Las últimas veces que me habíamos aparecido en público me había ignorado por completo. Solo se había acercado a mí cuando algún fotógrafo estaba rondando cerca tomando fotos de los invitados y el evento en general. Dicho eso Joshua salió de la casa dejándome sola, como siempre. Volteé a mi espalda para verlo subir a su auto e irse de la casa que supuestamente era de nosotros. No volví a saber de él hasta la semana siguiente cuando Camilo, el chofer que estaba a su disposición, llegó por mí para llevarme directo a la fiesta. Un evento que sin duda cambiaría mi vida para siempre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD