[NATALIA] —¡Mi amor! — Escucho la voz de Ignacio mientras paso corriendo por su lado después de salir del baño —¡¿Qué pasa?! — Me grita cuando no me detengo. —Necesito estar sola— Es lo único que puedo decirle y sin más abro la puerta al final del pasillo que da hacia afuera y salgo del centro de convenciones. Camino rápidamente para que ni Facundo ni Ignacio puedan alcanzarme y voy hacia el área donde están los taxis. Me subo a uno de ellos rápidamente y le doy la dirección del estudio donde trabajaba y aun conservo la llave. Necesito pensar, estar sola y no escuchar a ninguno de ellos dos. El conductor rápidamente arranca el auto en absoluto silencio y yo tan solo miro por la ventanilla. No puedo creer lo que me ha dicho Facundo, es que no puede ser posible… Ignacio no pudo haber hech