Marie, la madre de Anne, camina lentamente para escuchar, sin embargo, la vestimenta de aquel hombre que acompaña a su hija no le da para nada confianza, está muy revelador mostrando con su camisa manga sisa los tantos tatuajes que tiene dibujados. Sin contar con la mirada que le hace precisamente a ella, por eso tendrá que involucrarse para salvar de algo que precisamente no se está equivocando. —No sabía que habías invitado a alguien hija, creía que el tiempo era para compartir las dos solas, pero veo que no. Anne suelta hija, con respeto señor, a pesar de todo es que ella no está enseñada a ser tan permisiva. —Marie coge a su hija, ella está oliendo el temor que existe en la actitud de Anne. —Para nada Anne de lanzada, eso sería un milagro, pero si lo llega a ser conmigo problemas