CAPÍTULO VEINTITRÉS

1390 Words
ALICE   Aún no puedo creer que me haya descuidado y haya dejado que él de entre todas las personas supiera uno de mis más oscuros secretos, y que además haya llorado como una niña pequeña en sus brazos, estaría mintiendo si dijera que no fue agradable, porque lo fue y mucho, pero no puedo permitir que eso vuelva a suceder, no después de todo lo que él le ha hecho a mi familia, él es el enemigo y sería una tonta si creyera que realmente se interesa en mí y que quiere ayudarme a encontrar justicia, encontraré justicia cuando él esté completamente destruido, no antes.   Y ahora debo tener mucho cuidado, pues después de esto él va a creer que ya mágicamente somos amigos o que voy a empezar a contarle mis secretos más profundos y eso es algo que definitivamente no va a suceder, este se me escapó por culpa del alcohol, por lo que será la última vez que me embriago cuando él esté cerca, un error más y George pondrá mi cabeza en una bandeja.   Ahora lo preocupante es que él quiera insistir en el tema del idiota ese de la fiesta universitaria, no quiero que empiece a indagar sobre ese tema porque entonces estaremos en graves problemas, no tengo idea qué le pasó exactamente a ese tipo, lo único que sé es que en el momento en el que George se enteró sobre lo que me sucedió, no pasaron ni dos días antes de que se reportara que el bastardo se había ido de la universidad, papá y George dijeron que se habían encargado, pero no me dijeron cómo y honestamente tampoco quiero saber, sólo sé que lo que sea que le hayan hecho, debió haber sido muy malo y Dominic no puede enterarse.   ----------------------------------------------------------------------   Para el momento en que finaliza la semana, mis reparos respecto a Dominic han ido disminuyendo considerablemente, si bien el primer día tenía rabia conmigo misma por haberme descuidado con él, la verdad es que con todo lo que sucedió el resto de la semana, esa ira fue disminuyendo poco a poco hasta casi desaparecer, incluso hasta el punto de cuestionarme si tiene sentido esta venganza estúpida en la que mi hermano me metió.   Después del incidente de la oficina, él empezó a comportarse extrañamente amable, me invitó a almorzar con él casi todos los días, a excepción del día en que tuvo una reunión de trabajo, intentó interrogarme siempre en cada comida, pero me mantuve firme en la versión inicial que le di por lo que él no pudo obtener ningún tipo de información adicional, lo que claramente lo decepcionó aunque él intentó disimularlo muy bien.   Y su actitud extraña no fue ajena a los chismosos de la oficina, pues sólo en un par de días, los rumores de que estábamos teniendo un amorío y que en consecuencia yo era su amante, se esparcieron como pólvora hasta que llegaron a mí por medio de Christina, la chica de contabilidad, quien es básicamente la que me mantiene informada de todo lo que dicen en la oficina, y en los últimos días eso implica que en su mayoría sea sobre mí, lo cual es molesto e incluso agotador, pues tengo que cuidar ahora cada pequeño gesto que hago frente a las demás personas para evitar darles material para nuevos rumores estúpidos.   Y debo admitir que el cambio de actitud de Dominic no ha sido ajeno a mis propios sentimientos, pues en los últimos días me he encontrado soñando despierta sobre una infinidad de escenarios en los que él me dice que dejó a su perfecta novia y quiere estar conmigo, escenarios locos en los cuales lo que sucedió con mi familia fue sólo un gran malentendido y ya no es necesario guardarle rencor, sino todo lo contrario, pero sé que sólo son sueños más que imposibles, pues no sólo estoy segura de que él no dejaría a miss perfección por mí, sino que mi familia no aceptaría nunca que me involucrara con él de ninguna forma, a menos que eso implicara un paso más en el entramado de venganza que mi hermano ha venido planeando.   Cuando llega el viernes, el trabajo en la oficina se ve incrementado enormemente debido a un caso urgente que llegó nuevo a la oficina, en el cual un cliente requiere que Dominic lo defienda para que no lo condenen por un crimen que él afirma con vehemencia que no cometió, por lo que en principio tenemos que ocupar la sala de juntas con cantidades inauditas de documentos y expedientes guardados en muchas cajas que están apiladas unas encima de otras, y casi todos los abogados y asistentes del departamento de derecho criminal de la firma se agolpan en la sala para ayudar a clasificar evidencia y revisar documentos.   Pero al final, sólo quedamos Dominic, un abogado senior que es en muchas ocasiones su mano derecha en los procesos más difíciles, y yo, sin embargo, antes de que podamos terminar de revisar los documentos finales, él recibe una llamada urgente de su esposa y se va de prisa sin dar muchas explicaciones, dejándonos a los dos solos, lo cual hace que el ambiente en la sala de juntas se vuelva tenso, casi como si hubiese una corriente eléctrica circulando alrededor de los dos, y puedo notar como él me mira cada dos minutos, como si esperara que algo pasara, sin embargo yo permanezco enfocada en el documento que tengo en la mano, el cual ni siquiera sé qué dice porque no soy capaz de concentrarme cuando lo tengo a él tan cerca y en una habitación a solas. Para el momento en que la comida que él ordenó llega, ambos nos sentamos en el suelo a comer, pues la mesa está totalmente ocupada con documentos, expedientes y cajas llenas de polvo, lo cual imposibilita que podamos comer allí, y él se sienta frente a mí con las piernas cruzadas mientras coge su cajita de comida china y me mira de tanto en tanto, al tiempo que yo trato de sentarme lo más cómoda que puedo, considerando que tengo un vestido con falda de tubo el cual se enrolla hacia arriba cada vez que me muevo, algo que no pasa desapercibido para él, pues noto su mirada desviarse hacia mis piernas en más de una oportunidad.   Comemos casi en silencio, supongo que ambos estamos demasiado conscientes de la tensión que se siente en la habitación como para atrevernos a decir algo, y a medida que el tiempo pasa, una sensación extraña se posa en mi estómago, casi como una necesidad cruda que me empuja más cerca de él y aunque trato con todas mis fuerzas de ignorarla, esa necesidad causa que mis manos tiemblen y se me dificulte tomar los palillos de forma adecuada, por lo que la mitad de mi comida se cae de vuelta a la caja, a excepción de un pequeño pedazo que va a aterrizar directamente a mi pecho, haciéndome maldecir en voz baja.   Pero cuando me inclino para tomar una de las servilletas que están cerca al pie de Dominic, él se inclina a tomarla casi al mismo tiempo y nuestras frentes terminan chocando con ruido seco, y yo me toco la frente con la palma de mi mano, mientras me quejo por el dolor.   “Lo siento mucho Alice,” él exclama con tono culpable.   “No, yo lo siento, debí haberme fijado antes de lanzarme hacia la servilleta,” yo le respondo aun con la mano en mi frente y él se inclina hacia mí, quita la mano de mi frente con suavidad y examina el lugar del golpe para asegurarse de que no haya ninguna herida de gravedad.   “No pareces tener nada serio,” él murmura y yo siento que mi corazón late con fuerza sobre mi pecho.   “No, no duele tanto,” miento y es en ese momento en que sus ojos se desvían de mi frente a mis ojos, y luego siguen descendiendo hasta posarse sobre mis labios, y yo siento que me falta la respiración, mi cabeza es un desastre, pues una parte me dice que me aleje y la otra me grita que lo bese de una buena vez, pero no alcanzo a procesar estos pensamientos cuando siento sus labios suaves posarse sobre los míos.
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