CAPÍTULO TREINTA Y DOS

1352 Words
ALICE   Aún sigo en shock después de colgar el teléfono, no me puedo creer que iré a Londres, de hecho, no me puedo creer que saldré del país por primera vez en mi vida, esto es muy emocionante, incluso si dejara de lado el hecho de que iré a encontrarme con Dominic después de seis tortuosos días en los que básicamente no estaba haciendo nada en la oficina, sólo tomar llamadas y anotar recados, e imaginar todas las cosas que seguramente él estará haciendo con su novia allí.   Oh, por dios, su novia, ella aún debe estar con él y yo aquí de tonta emocionándome por la idea de ir a verlo, cuando él me dejó muy claro que tiene mucho trabajo por hacer y esa es la única razón por la que me pide que vaya, no porque como yo, esté deseando verme, debí haber pensado en esto desde un principio, tanto él como Kim me advirtieron el primer día de trabajo que debía estar dispuesta a acompañarlo en sus viajes, y eso es lo que está pasando ahora, él me está pidiendo que vaya a Londres porque me necesita, profesionalmente hablando, y no de la forma en que yo quiero que me necesite.   Cuando miro hacia fuera de la ventana veo que aún no ha amanecido y debería volver a dormir otro rato, pero estoy demasiado emocionada para poder quedarme dormida de nuevo, por lo que me levanto y empiezo a revolver mi closet entero, lo cual no es mucho pues es bastante pequeño, y trato de escoger la mejor ropa que tengo para llevar allá, también me siento y hago una lista de todas las cosas que voy a necesitar para el viaje y que necesito empacar, así como también una lista de atuendos que debería llevar.   Aunque no tengo idea de cuántos días voy a estar allá, Dominic no me dijo y con la emoción del momento olvidé completamente preguntarle, él me pidió que comprara un vuelo de ida, pero nunca habló sobre el vuelo de regreso, y ahora tengo la cabeza hecha un lío tratando de decidir si lo llamo y le pregunto cuántos días estaré allá o mejor empaco ropa de más en caso de necesitarla, aunque sé que su respuesta sería simple: si te hace falta algo, lo compraremos aquí; así que al final decido no llamarlo y después de hacer mi maleta me siento en la cama con mi laptop en las piernas mientras busco el vuelo más cercano para Londres.   Oh, dios, todos los vuelos son en extremo costosos, no tenía idea que viajar fuera del país costara tanto dinero, ahora entiendo porque nunca viajamos con mi familia fuera del país. Busco y busco por un rato hasta que encuentro un vuelo económico y que no tiene tantas escalas, no es tan económico como otros pero este es el que toma menos tiempo y por el tono de urgencia de Dominic, asumo que quiere que yo esté allá lo más pronto posible; así que compro el vuelo y luego le envío los datos de la reserva a su correo electrónico.   Cuando he terminado de hacer todo, mi estómago empieza a hacer unos sonidos bastante ruidosos, lo cual indica que ya pasé la hora de desayuno y debería comer algo para no enfermarme, por lo que me dirijo a la cocina en donde veo a George sentado comiendo su desayuno, y él se detiene con el tenedor levantado hacia su boca y frunce el ceño hacia mí con una expresión confundida.   “¿Qué estás haciendo? Mira la hora que es, deberías estar ya lista para salir al trabajo, o ¿es que no piensas ir a trabajar hoy? ¿Estás enferma?” él me bombardea con preguntas y yo sacudo mi cabeza simplemente.   “No, el señor Pemberton me pidió que fuera a Londres pues tiene mucho trabajo y me necesita allí para ayudarle,” yo le informo y él parece en shock por unos segundos antes de que pueda volver a hablar.   “Bien, eso está muy bien, vas a poder conocer a su familia y recolectar información importante sobre ellos, espero que aproveches bien el tiempo para traerme tanta información como sea posible, ¿entendido?” él me dice y yo asiento de inmediato, pero no digo una sola palabra, sabía que él me pediría esto y aunque no esté de acuerdo, no puedo decírselo pues corro el riesgo de que él se oponga a mi viaje si lo contradigo.   “¿A qué hora es tu vuelo?” él me pregunta.   “A mediodía,” yo le respondo mientras pico algo de fruta y me sirvo cereal.   “Okey, te quedan como cuarenta minutos para desayunar y vestirte antes de que debas salir hacia el aeropuerto,” él me dice y yo frunzo el ceño ligeramente.   “Pero si faltan más de cuatro horas para eso,” yo exclamo confundida.   “Ali, debes estar al menos tres horas antes para vuelos internacionales,” él me informa como si fuera obvio, y yo me siento bastante torpe por no saber esto.   “Ah, vale, entonces iré a alistarme después de desayunar,” yo le digo.   “Yo te llevo al aeropuerto,” él me dice y yo lo miro confundida.   “¿No tienes que ir a trabajar?” le pregunto y él niega con la cabeza antes de responder con un simple “Me despidieron,” y yo sé que es mejor no preguntarle los detalles de su despido, pues ya es común que pase y nunca le ha gustado hablar de ello.   -----------------------------------------------------------------------------   Una hora más tarde estoy haciendo fila en el aeropuerto para hacer el chec-in, después de que George me haya dejado con un sinfín de recomendaciones para el viaje, tanto de seguridad en el aeropuerto y consejos en general del viaje, como el otro tipo de recomendaciones concernientes a Dominic y su familia, hasta que finalmente le tuve que decir que ya venía tarde y debía entrar.   Cuando es mi turno de pasar, la chica que está detrás del counter, quien en principio parece pesada, me pide mi identificación y una vez verifica en el sistema, su actitud hacia mí cambia totalmente y aunque en principio no entiendo por qué, cuando ella me entrega el pasabordo impreso y me indica con una sonrisa en donde queda la sala vip, me doy cuenta que mi tiquete ha sido cambiado a uno de clase ejecutiva y no entiendo qué está pasando, así que trato de regresar y preguntarle qué está pasando, además de decirle que debe ser algún tipo de error, ella me informa que el tiquete fue cambiado esta mañana por el dueño de la tarjeta de crédito con la cual se compró.   Así que tomo mi teléfono para llamar a Dominic y preguntarle, a lo que él me responde:   “Es un vuelo de más de doce horas, Alice, no puedes hacerlo en clase económica, sería torturante, y considerando que ya te estoy pidiendo mucho con venir aquí con tan poca anticipación, pensé que lo mejor que podía hacer era asegurarme que viajaras cómoda,” él me dice.   “Pero, señor Pemberton, ese tipo de asientos son demasiado costosos, yo lo vi en la página web,” yo le respondo mortificada.   “¿Cuántas veces te he pedido que no te preocupes por esas cosas?” él me dice pregunta.   “Muchas,” yo respondo entre dientes.   “Precisamente, así que no te molestes en discutir sobre esto y disfruta de tu viaje, por favor hazme saber cuando estés abordando y también cuando aterrices en Londres,” él me dice antes de colgar.   Así que sin más remedio que seguir las instrucciones de mi querido jefe, me dirijo a la sala VIP y en el momento en el que entro me siento completamente fuera de lugar entre tanto lujo, aunque también me emociona ver todas las cosas que puedo usar aquí, por lo que me siento en un cómodo sillón y disfruto de las comodidades mientras trato de calmar un poco mis nervios antes del viaje.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD