Las leyes del amor, la lujuria y las mentiras

CAPÍTULO DIECISIETE

DOMINIC

No sé por qué dije eso, o bueno sí lo sé, pero no sé qué clase de espíritu sobreprotector me invadió para hacerlo, nunca he ido de fiesta con mis empleados, eso es lo que hace Jonathan, no yo, pero simplemente no pude detener las palabras cuando estaban saliendo de mi boca, la forma en que él está mirando a Alice desde hace rato me pone los pelos de punta, sé que él no es ningún abusador ni nada por el estilo, pero soy perfectamente consciente de lo bueno que es atrayendo mujeres y logrando que ellas le hagan caso con sólo un par de palabras, y aunque hasta el momento Alice no parece muy deslumbrada por él, en el momento en que vi que se le acercó a hablarle sentí una necesidad imperante por mantenerlo alejado de ella y evitar que Alice se convierta en una más de la lista.

Sé que es egoísta de mi parte tratar de impedir que otro hombre se le acerque cuando yo mismo no estoy dispuesto a hacerlo, y que en pleno siglo XXI no puedo estar pretendiendo ser el salvador de una mujer si ella misma quiere estar con otro hombre, no tengo el derecho a hacerlo, pero mi reacción fue casi instintiva, y sé que esto le está pareciendo de lo más divertido a Jonathan, y realmente no quisiera incitarlo a que siga con esto, porque entre más molesto él me ve con la situación, peor se comportará.

Y tal como esperaba, mi reacción solo provocó más a Jonathan, por lo que al momento de irnos hacia el estúpido club, él se acercó a Alice, quien se puso rígida de inmediato, y le dijo en voz seductora:

“Tengo un puesto libre en mi auto, ¿vienes conmigo?” mientras se acercaba a ella.

“Ella viene conmigo,” le respondí en un tono cortante y lanzándole una mirada de advertencia para que parara sus jueguitos, pero él sólo sonrió con una expresión burlona y levantó las manos a modo de derrota, y después se fue a preguntarle a Emily si quería ir con él, a lo que ella aceptó casi de inmediato, ella es tan evidente con sus intenciones que me sorprende el hecho de que Alice no se haya dado cuenta que Emily sólo está siendo amable con ella para ganarse su confianza y seguramente intentar algo contra ella o interrogarla, después de que vio la forma en la que Jonathan la estaba mirando.

Emily fue una de las chicas de Jonathan cuando empezó nueva en la firma, pero a diferencia de las otras, ella ha seguido viéndose con él de forma intermitente, e incluso pareciera estar seriamente enamorada de él, aunque para Jonathan ella es sólo su plan b cuando las demás fallan, sólo que ella está demasiado involucrada con él para darse cuenta de esto por sí misma, además que Emily tiene fama de ser incisiva y despiadada en sus casos, por lo cual no me siento cómodo con que intente acercarse a Alice, pero claro, ella no lo nota porque parece demasiado contenta que una abogada de la talla de Emily esté siendo amable con ella cuando las demás mujeres de la oficina han estado lanzándole miradas desdeñosas durante toda la noche.

Tan pronto nos subimos al auto junto a Alice, no puedo evitar preguntarle:

“¿Realmente quieres ir allí? No tienes que sentirte presionada por ellos, te puedo ir a dejar en tu casa si quieres,” y ella me mira como si me hubiesen salido dos cabezas.

“Sí quiero ir,” ella me responde.

“¿Por qué? No parecías muy cómoda con ellos antes,” yo insisto.

“Porque nunca he ido a un club y quiero ver cómo es, además ellos no me importan, quiero ir a divertirme un rato,” ella me dice encogiéndose de hombros y yo frunzo el ceño.

“¿Nunca has ido a un club?” le pregunto con sorpresa y ella niega con la cabeza.

“No, esta será la primera vez, pero si usted no quiere ir señor Pemberton, entonces se puede parar aquí y yo tomo un taxi,” ella me dice y yo debo respirar profundo para no molestarme por la forma en la que ella prácticamente acaba de echarme.

“Ya dije que iría y eso haré,” le respondo con tono firme y ella asiente pero no dice nada más, sólo se queda mirando afuera de la ventana durante el resto del camino, como ya es usual cuando va en el auto conmigo.

Cuando llegamos al club, casi al tiempo con Jonathan y Emily, y también con un par de empleados más que están ya esperando en la fila para entrar y parecen bastante sorprendidos de vernos aquí, el guarda de seguridad reconoce a Jonathan y claramente aprecia mi auto, por lo que nos deja entrar después de darle una mirada lasciva a Alice, sin embargo después de entrar me siento mal por los empleados que están afuera haciendo fila, pues después de todo están aquí para celebrar el aniversario de mi firma, por lo que le digo a los demás que se adelanten y me devuelvo para indicarle al guarda quienes vienen con nosotros y así los deje pasar, al tiempo que le doy una generosa propina, la cual él agradece con una gran sonrisa mientras le hace seña a los empleados de la firma para que pasen.

Ellos me agradecen profusamente y entran felices, mientras el guarda tiene que aguantar quejas y chiflidos de las personas que aún permanecen en la fila y están claramente molestos por la injusticia.

Cuando logro encontrar a Jonathan y a Alice, veo que ella ya tiene un coctel rosado enorme en sus manos y está bebiéndolo alegremente al mismo tiempo que mueve su cuerpo ligeramente al ritmo de la música; le frunzo el ceño de inmediato a Jonathan, pues al principio creo que fue él quien le dio la bebida a Alice, pero él niega con la cabeza y me señala a Emily quien viene muy contenta con otros dos cocteles en la mano, sólo que estos son azules, y le entrega uno a Alice con una sonrisa, por lo que ella se apresura a terminar el coctel rosa que tiene en las manos para poder probar el azul.

“No deberías beber tan rápido, te vas a embriagar,” yo le digo y antes de que ella pueda responderme, Emily  interviene diciendo.

“No seas tan aguafiestas Dominic, es la primera vez de Alice en un club, así que definitivamente tiene que celebrar,” ella dice con una risita y yo le dirijo una mirada reprobadora pero no le digo nada y en vez de eso le pido a un mesero que va pasando que me traiga un whiskey, y ya que estamos sentados en la zona VIP, el mesero asiente rápidamente y vuelve en menos de nada con mi bebida.

“Imagino que nunca has estado ebria tampoco, ¿no es así?” Emily le pregunta a Alice y ella palidece por un momento, pero se recupera rápidamente y niega con la cabeza, lo cual llama mi atención.

“¿Eso quiere decir que no has estado ebria o sí?” Emily insiste.

“Sí me he embriagado antes, pero no en un club,” Alice explica, pero es claro que no quiere ahondar en detalles, aunque Emily parece no querer dejar pasar el tema.

“Bueno, pues cuéntanos entonces,” ella le insta y Alice toma un gran sorbo de su bebida azul antes de contestar.

“Fue en un par de fiestas universitarias, cuando aún estaba en los dormitorios de la universidad, pero eso fue sólo durante el primer año y después me mude de vuelta a casa,” ella explica y luego su mirada se desvía hacia la pista de baile.

Afortunadamente, Jonathan parece darse cuenta de la incomodidad de Alice al mismo tiempo en que yo estaba por intervenir para evitar que Emily la siguiera interrogando, y le dice: “¿Quieres ir a la pista de baile?” a lo que Alice responde asintiendo de forma animada, seguramente agradecida por la ayuda.

Si mis años de experiencia interrogando personas en un tribunal me han enseñado algo, y seguramente a Emily también y por eso estaba tan insistente con sus preguntas, es que hay mucho más detrás de la historia que Alice acaba de contar, pero claramente no es algo que ella vaya a decirle a cualquier persona, y mientras la veo ir alegremente al centro de la pista de baile, las mismas preguntas sobre su vida que me han estado dando vueltas en la cabeza últimamente, vuelven a invadir mi mente, y sé que no quedaré tranquilo hasta no resolver el misterio en el que se ha convertido ella.