ENSÉÑAME A PECAR

LA NUEVA MONJA

Aurora Bell

Estoy acostada en mi habitación escribiéndole a mi amiga, describiéndole como es Alex y como me hace sentir su cercanía

–Deberías violarlo.– Me escribe ella con un montón de caritas babeando.

Me pongo roja de vergüenza y respondo –Estas loca no me atrevería.– Le respondo con, las caritas de monitos tapándose los oídos, los ojos y la boca…Me deja sin palabras

–¿No quieres saber que se siente hacer el amor?.– Me pregunta atrevida

–No.– Respondo hipócritamente.

–Mentirosa, ya debes haberlo imaginado desnudo y todo..– Recibo el mensaje con una carita de un demonio sonriendo con cachitos

–Esas cosas no son lo mío.– Respondo con una carita con una areola, me divierto chateando con mi amiga es loquísima y muy abierta

–¿Qué sentiste, exactamente cuándo te beso?.– Me pregunta curiosa

–No se describirlo con palabras, todo mi mundo se movió, no sabía que podía sentir tantas cosas a la vez.–

–Eres muy suertuda tu primer beso te lo da un tipo que sabe, yo me he besado con muchos chicos y solo un par me han hecho sentir lo que estas describiéndome.–

En eso se abre la puerta abruptamente –¿Qué hace acá?.– Le pregunto a Sor Luisa

–Así te quería encontrar pecadora, te voy a acusar de tener ese aparato del infierno acá.–

–No debería meterse conmigo, usted tiene cola que le pisen.– Le respondo levantándome erguida y guardando mi celular dentro del bolsillo bajo su atónita mirada.

–No sé de que hablas hija del demonio.– Me dice intentando pegarme, le sujeto la mano

–Nunca más me tocará en su puta vida, si quiere que no se enteren que hace con su boca de noche en la habitación del monseñor Daniels.– Le amenazo viéndola directo a los ojos.

–No sabes, nada nadie te creerá.– Me grita.

–Oh a mi no, pero al video que grabe con el aparato infernal si.– Le digo sonriendo victoriosa.

–No permitiré, que lo entregues antes lo destruyo, junto contigo.–

–El video lo tiene también, mi amiga, si llega a hacerme algo, a tocarme un pelo, lo va a difundir para que todos se enteren lo hipócrita que eres.– Le amenazo, por supuesto es mentira que grabe el video, pero no pierdo las esperanzas de grabarlos de verdad, sé que lo volverán a hacer.

–Él me obligo.– Dice tratando de manipularme.

–Y no me importa, si eres tan amable, sal de mi habitación, para que pueda seguir, chismeando con mi amiga.–

–No te saldrás con la tuya.– dice molesta al salir dando un portazo.

Boqueo, impresionada por lo que acabo de hacer, al fin me quite a esa maldita bruja de encima…Es mas su secreto puede permitirme conseguir muchas cosas como los chocolates que tengo años sin probar, porque todo lo que de placer ac´es pecado...

Despierto, temprano como siempre y mi carga de trabajo es más liviana de lo normal sor demonio me ve con odio y el sacerdote Daniel con curiosidad, estoy limpiando la capilla lentamente cuando veo que Alex está entrando en el confesionario, cuando me le acerco llega otra monja antes que yo, es muy linda, y comienza a hablar, con el con una sonrisa en la cara.

No es una monja cualquiera, porque se ve que se conocen de antes, es otra agente ¿Por qué yo no sé cuando entran los agentes?

–Tengo rabia de que ella pueda hablar con el abiertamente, desde hace mas de una semana después del beso me evita a cualquier costo como si yo fuese a contagiarlo de algo.

Cuando comienza la misa de las nueve de la mañana, el da un mensaje sobre las tentaciones y los deseos pecaminosos de la carne recita en voz alta y ronca viéndome directo a los ojos

Gálatas 5:19–21>…Su mensaje tiene un efecto contrario en mi si es con él quiero cometer todo tipo de pecados.

Aprovecho la ocasión para presentarles a un nuevo m*****o de nuestro convento Sor Emilia

–Es un honor pertenecer a tan honorable convento, vengo de Rusia, a servir al señor.– Da un mensaje convincente para los demás, yo no le creo nada. Tiene los ojos de un increíble azul cielo, y cabellos dorados, aun no la ubico, creo que la vi en algún lugar…

–¿Cómo pueden creer que un hombre tan s****l como Alex, pueda convencer en ese papel?.–

Es tarde y necesito ir a hablar con Alex esta ve no se escapara de mi, son las once de la noche y entro a su habitación, sin avisar esta acostado en la cama, totalmente desnudo y masturbándose, tiene los ojos cerrados, y se acaricia de arriba abajo el pene ¡Dios, mío! Suelto al verlo, el respira agitado me ve con la boca entreabierta y continua dándose placer al verme…

Yo volteo y salgo de allí como alma que lleva el diablo, mi centro palpita ante lo que acabo de ver, es lo mas erótico que he visto en mi vida, solo con verlo me puse totalmente húmeda.

Entro a mi habitación, cierro con seguro, nunca he hecho esto pero lo necesito, me despojo de todas mis prendas, me acuesto en la cama con las piernas abiertas, comienzo a tocarme los pecho pesado, no me caben en las manos, están firmes y con los pezones erectos

Muerdo mis labios, y me toco por la raja, de mis labios vaginales, abro las piernas un poco y comienzo a tocarme de forma circular, imaginando que es Alex quien me toca…Estoy empapada soñando despierta con ese hombre.

Debo estar loca, no puedo creer lo que estoy haciendo, cierro mis ojos con fuerza cuando mi vientre bajo se siente adolorido, buscando algo que desconoce, solo me toco por fuera, tengo miedo a que si meto un dedo pierda mi virginidad.

Quiero complacer mis deseo, y quiero entregarle mi virginidad a Alex, se que es un hombre peligroso, se que muchas mujeres quieren estar con el, yo me conformare con lo que me quiera dar en el poco tiempo que acceda estar conmigo.

Jadeo, quedando sin aire cuando siento que una corriente eléctrica atraviesa mi cuerpo, no sé lo que me está pasando pero me gusta, me retuerzo en la cama como un gusano, cuando siento que mi centro palpita aun mas rápido, siento que exploto en mil pedazos, mojando mis manos y la cama, me duermo desnuda y con una sonrisa satisfecha en mi boca ¿Cómo se sentirá, tener todo ese troza de carne de Alex dentro de mí?, me pregunto durmiéndome al instante complacida.

Alex Smith                                          

Aurora ocupa todos mis pensamientos, aparece como Eva queriéndome hacer comer de la manzana, no puedo caer en la tentación, no soy tan santo como Adan, si ella sigue por ese camino va a terminar totalmente corrompida.

Estoy desnudo en la cama, masturbándome en su nombre y como si la hubiese invocado se aparece.

Me la pasó huyéndole y entra a la boca del lobo, se impresiono al verme, yo no pude parar que ella me viera de esa forma y en esas circunstancias me prendió aun mas no pude evitar jadear su nombre mientras la veía correr hacia afuera de la habitación

–Nena si juegas con fuego, te puedes quemar.– No soy el mejor, no merezco una mujer como esa en mi vida.

He estado sexualmente con tantas mujeres, que no puedo recordarlo, he hecho realidad los sueños de cualquier mujeriego, he tenido en la cama a la vez mujeres de todos los colores.

En la mañana, las monjas están como siempre haciendo distintos tipos de quehaceres, solo verlas quedo agotado.

–Sor lucia ¿Dónde se encuentra, la novicia Aurora?.– Pregunto preocupado al no verla

–Esta con el monseñor Daniel, en la capilla.– Responde agria la mujer, es hermosa debe tener como veintiocho años no entiendo ¿Qué hacen mujeres como ella y Aurora aquí?

–Me dirijo a paso ligero hasta la capilla, Aurora limpia paciente el suelo y escucho una frase que me deja inquieto

–Dígame, le gusto lo que vio.– Dice Daniels con evidente lascivia, inmediatamente me escondo, ¡hablo de mi! No lo puedo creer

–Es lo más repugnante y asqueroso que vi en mi vida.– Dice ella con rabia, sorprendiéndome

–¡Le doy asco!.– Suelto para mi indignado ¿entonces para que vive persiguiéndome ¿Qué quiere esta mujer?.

Daniels la agarra por los brazos, y ella forcejea para soltarse en ese momento intervengo de inmediato

–No le ponga una mano encima.– Le digo amenazante, mientras lo separo de ella de un solo empujón, ella me abraza llorosa

–Gracias por salvarme monseñor Raúl.– Gimoteando, es el nombre que tengo en mi fachada.

–No pierda cuidado, no permitiré que nadie dañe a ninguna de ustedes

–No debería meterse en lo que no es su asunto.– Dice Daniel arreglándose la túnica y saliendo molesto de la capilla

–¿Estás bien ?Le pregunto estoy molesto con ella, pero no puedo dejar de sentirme preocupado.

–Cuando estoy contigo no tengo miedo de nada.– Me dice

–Te prohíbo que entres de nuevo a mi habitación, soy un hombre y tengo mis necesidades, si no quieres sentirte asqueada no debes hacer eso.– Le digo dejándole ver que escuche todo

Ella boquea negando, sin explicar nada, salgo de allí molesto sin dejar que me explique nada, no debería estar entrando a la cueva del lobo, este lobo está hambriento.

La sigo evitando como una peste, se donde se encuentra cada una de las monjas y  novicias también que están haciendo, porque se me comunica supuesta orden del vaticano, y aparte por el microchip que les coloque a cada una…

–Los espías tenemos muchas habilidades, y recursos para manipular la información, por eso están hackeados todos los equipos que hay dentro del convento, incluso los que están escondidos…

Me quede impactado al ver que Aurora, tiene un teléfono oculto y me sorprendió aun más el tipo de mensaje que se manda con su amiga, definitivamente esa mujer es una mala influencia para la chica, será por eso que esta siguiéndome, ¡no entiendo porque si me tiene asco!.

Mi habitación, desde ese día la cierro con seguro, me excito cada vez que veo como se mueve el microchip de ella hacia mi habitación, se que llega hasta la puerta y se devuelve.

Si continua así de tentadora voy terminar haciendo una locura.

Paola Guerrero

Smith es tan tonto que cuando se presenta una mujer  que si esta babeando por el se hace el interesante

Acepte esta misión que se me encomendó y estoy muy aburrida, voy a tener que pedirle a mi querido esposo que me acompañe para divertirme un poco.

En la agencia no me quieren dar misiones que impliquen un riesgo para mi vida, acá el riesgo es morir del aburrimiento, lamentablemente logro ver similitudes con la comunidad donde fui víctima de secuestro.

El convento parece una fachada para la trata de blancas, es lo que parece, apenas tengo una semana acá y no hay desaparecidas, parece que son muy prudentes al hacer sus movimientos.

–Veo pasar la novicia que está arrastrando el ala por Alex, es linda, y pequeña, me pregunto con curiosidad que habrá debajo del hábito, todo lo disimula, yo estoy muy embarazada con cinco meses y gracias al habito no se nota absolutamente nada.

Camina cabizbaja, viendo hacia el suelo–No deberías ponerte así por un hombre.– Susurro en voz baja.

–Usted no sabe nada.– Me dice ella viéndome a los ojos, con sus bonitos ojos negros que .brillan al mirarme

–A mi no puedes engañarme, se exactamente como luce una mujer enamorada, lo tuyo fue muy rápido.–

–No exactamente,.– Confiesa y yo estoy alerta a lo que tiene que decir, se queda en silencio

–¿Lo conoces de antes?.– Presiono

–Sí, me salvo a mí y a mi hermana, cuando me iban a vender, hace años.–

–Eres una mujer con suerte, cuando intento salvarme yo misma me salve.– Le digo orgullosa de mi misma.

–¿Cómo es eso posible?.– Pregunta asombrada.

–Tienes que aprender a defenderte sola, te puedo ayudar.– Me ofrezco, eso mantendrá mi mente ocupada, en este lugar tan aburrido

–Gracias.– Me dice con una sonrisa que ilumina toda su cara: oh, oh Alex esta perdido, la chica es más hermosa de lo que pensé y sin una gota de maquillaje.