Isabella. —¿Hola?. —Hola hija, ¿Cómo estas? No sabia si te iba a encontrar durmiendo, aun no se calcular los horarios. —Si, a mi también me cuestan los cálculos. —miro mis dedos que no sabia que pellizcaba la tela del vestido—. El otro dia llamé a Dionisio y estaba durmiendo el pobre... Me dijo que eran las tres de la mañana. —Si, me contó. —se rie pero no siento alegría para nada—. ¿Los nenes?. —Bien gracias a Dios... Favri ya come solito y me encanta... Le cuesta aún usar los cubiertos pero me da risa cuando agarra la comida con la mano y la pone en la cuchara. —se rie y me friego la frente pensando. —Mi vida, fílmalo y mándamelo. —Ahí vas a ver como termina... Todo sucio pero me gusta que coma así, siento que aprende mejor en el ámbito motriz y el médico nos dijo que estaba bien