CAPITULO IX. En el tocador

1156 Words
FERNANDO — Señorita Luna, es muy temprano para comenzar a beber, ¿no lo cree? — prácticamente me retó con su mirada traviesa — Quizá tenga un poco de razón, señor Rivera, enseguida regreso —responde y se va al tocador Recibo una llamada importante y me tengo que apartar un poco para contestar, ya que hay mucho ruido a mi alrededor, observo desde donde estoy cómo mi esposa, mis suegros y el atractivo acompañante de Luna, se entienden muy bien y sostienen una interesante conversación. Me tomo un poco de tiempo para visitar a Luna en el tocador, por suerte está sola, en cuanto me ve llegar, me jala del brazo y me lleva al último cubículo de los sanitarios, estos están cubiertos de pies a cabeza y dentro de ellos hay espacio para dos o tres personas, así que nadie puede notar que yo estoy allí — Sabía que vendrías a buscarme, ¿porqué tardaste tanto? — me reclama Luna y enseguida nos besamos con pasión, acomoda su pierna contra la pared y sube la falda dejándome apreciar su joyería, me agacho y tomo su pierna, la beso y acaricio suavemente, desabrocho mi cinto y mi pantalón, saco lo que tanto quiere y se sienta encima de mí introduciendo mi pene en su vaginae, comienza el vaivén poco a poco, lento y con delicadeza, poco a poco aumenta la velocidad hasta llegar a duro y rápido, muy rápido. Ella ha sido muy cuidadosa quitándose el labial, previamente, para no dejar evidencia de nada. No podemos emitir ningún ruido por la gente que entra y sale del lugar, es muy excitante el pensar que alguien podría descubrirnos y saber que estaba teniendo sexo en un baño público. Luna introduce mi pene en su vaginae con tanto deseo, sus movimientos son fuertes y constantes, la respiración de ambos es intensa y yo la beso tanto como puedo, me excita mucho sabernos en un lugar riesgoso, con mi esposa a unos cuantos metros y a ella le fascina hacerlo en lugares no comunes para ésto. Apenas logramos contener los sonidos, me muerdo los labios y ella rasga mi espalda, en algún momento creo que ha roto la camisa, pero no, ella sí que es cuidadosa, ¿lo habrá hecho antes con un casado? Sólo se escucha el sonido que producen nuestros cuerpos al estar tan juntos. — Señor Rivera, ¿teme ser descubierto? — En este momento no siento nada más que lujuria. Digo ésto sin poder evitar darle una nalgada, a lo que ella responde mordiéndome el labio como castigo por hacer ruido, es como una especie de sadomasoquismo que a los dos nos gusta, es una excelente idea para otra ocasión... Cuando terminamos, ella se cerciora de que nadie esté en el lugar y me ayuda a salir del tocador de damas. — No se preocupe, tardaré un poco en regresar para que nadie sospeche — susurra ella Cuando regreso a la mesa, mi esposa y mi suegra no están, mi suegro me indica que fueron al tocador para averiguar qué ha pasado con Luna, ya que se ha tardado demasiado tiempo, mi esposa es muy celosa, estoy seguro que lo hizo pensando que me encontraría con ella en una situación muy comprometedora. Ya se tardaron, me pregunto ¿qué tanto estará ocurriendo en el tocador de damas? Suerte que ella es muy hábil, aunque no sé si eso deba ser motivo de alegría o preocupación... LUNA ¡Pero qué rico coge mi socio! Es la segunda vez y este antojo de él no se va. Su camisa no se rasgó, así que, espero no haberle dejado marcas en la espalda; ya han pasado algunos minutos desde que se fue de aquí el señor Rivera, estoy por salir del tocador, la señora Giselle y su madre vienen para acá, ¿qué hago?... ¡Ya sé! Me acuesto en el piso fingiendo un desmayo para que ellas crean que por eso me he tardado, ¡sí, eso es! Puedo sentir los pasos, controlo la respiración y el movimiento ocular, ésto es sencillo, ¡qué empiece la función! GISELLE Me parece muy extraño que mi esposo y esa mujercita se desaparezcan al mismo tiempo, ya decía yo que por algo no me cae bien esa "señorita", de señorita no tiene nada, a dos calles se ve que es una zorra. Obviamente sé que él no ha durado media hora en una llamada, ¡no soy tonta!¡Estoy segura que algo está pasando aquí y los voy a descubrir! — Hija, debes mantener la cordura veas lo que veas, recuerda que tú eres la esposa y tienes que darte tu lugar ante todo — me aconseja mi querida madre — Lo sé, mamá, aunque no creo que pueda controlarme — A mí tampoco me cae bien esa señorita, si no fuera la persona educada que soy, yo misma le quitaría lo bonita — Quisiera ponerle una arrastrada por todo el restaurante, mamá, pero tú tienes razón, la dama soy yo y aunque esta noche pierda a mi marido, tengo que ver lo que pasa entre ellos — Hija, recuerda que si te divorcias, la mitad de toda su fortuna será tuya, así que no sientas que has perdido, al contrario — Tienes razón, mamá Para mi sorpresa, he encontrado a la señorita Luna sola y en el suelo, sin sentido, ¿qué le habrá pasado? ¡Realmente pensé que estaría con mi marido! LUNA — ¡Señorita Luna! ¿Luna, me escucha? —Giselle levantó un poco mi cabeza y está tratando de despertarme con palmaditas en mis mejillas, comienzo a actuar atontada, queriendo reaccionar, puedo sentir que alguien más ha entrado al lugar — ¡Señorita! Usted trabaja aquí? — pregunta Giselle — Sí, señora — Tráigame un poco de alcohol y algodón, por favor, la señorita se ha desmayado — Enseguida Las tres están ayudándome, Giselle me acerca un algodón con alcohol, su mamá y la señorita que trabaja allí, están tratando de echarme aire con lo que tienen a la mano. — ¿Qué me pasó? — pregunté — Te desmayaste — respondió Giselle — ¿cómo te sientes? — Un poco atarantada, pero ya se me pasará — Estas muchachas de ahora no se alimentan bien — injirió la mamá de Giselle — Y eso que sí me acabe toda la cena — comenté — Hay que llamar a una ambulancia — sugirió Giselle — No, no es necesario, estaré bien, han sido días muy complicados, sólo eso. Por favor, no se detengan por mí, las espero para irnos juntas y así estén más tranquilas Giselle y su mamá han sido muy amables... ¡y yo comiéndome a su marido! Quisiera decir que me siento culpable por ello, pero no, realmente no siento ni una pizca de remordimiento, creo que ella no lo quiere tanto como aparenta, aunque quizá, sólo son ideas mías...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD