FERNANDO — La verdad es que llevamos tanto tiempo hablando de este tema, planeando el mejor futuro para nosotros y, aunque quizá todavía no era el momento, sé que seremos los padres más felices y amorosos del mundo — ¡no puedo creer lo que está diciendo! — así es, Fer, ¡Estamos esperando un hijo! Esas palabras de mi esposa, hacen un gran eco en mi cabeza, al darme mi esposa esta maravillosa noticia, comprendo que jamás debería volver a ver a Luna. Me siento feliz, ya que es lo que siempre soñé, pero a la vez siento una gran tristeza por tener que desprenderme de aquella mujer que me hizo sentir tantas cosas que nunca he sentido por ninguna otra, ni siquiera por mi amada esposa, lo cual me hace dudar del gran amor que aún le profeso. SAMUEL Bien, ya es tiempo de comenzar con mi plan de