Al día siguiente todos estábamos desayunando en la parte trasera de la hacienda al aire libre. —Hoy podemos ir a cabalgar si les parece, esta propiedad es bastante grande así que podemos dar un paseo, ¿que dicen? —Preguntó Nick. —Yo me apunto —Dijeron Donna, Thomas, Leonardo y Rafael. —Nosotras las mayores nos quedaremos aquí en casa —Dijo Glenys. —Así es, ustedes están jóvenes —dijo mi madre. Todos fuimos a la caballeriza, los chicos eligieron sus caballos, yo estaba a punto de decidirme por uno cuando Nick me dijo que me prestaba su caballo. —Te presto mi caballo, sé que te gustó desde el primer día, n***o se portará bien contigo. —Me dijo Nick. —Gracias Nick. —Le dije. Todos nos fuimos a cabalgar en la enorme propiedad de Nick, habían risas, carreras, todo era divertido. Después