Y ahí me encontraba yo intentando llegar al peluche que estaba atorado en un ramita muy muy arriba en el árbol. Cuando finalmente lo alcancé comencé a bajar y de repente escucho una voz que me asusta y hace caer al piso. Por suerte el dueño de esa voz me sirvió de colchón y amortiguó mi caída.
Al mirar esa persona no era nada más, ni nada menos que Erikson que me miraba con la cara ¿sonrojada?... nah, eso debe ser impresión mía. Me levanto, le comento las circunstancias que me llevaron a esa situación y luego de decirle sobre su novia él aclara rápidamente que no lo es, que sólo son amigos. ¡JA! ¡Amigos mis polainas! Yo no estoy besándome todo el tiempo con Ron o Zíu, eso no hacen los amigos, asique, como no quería quedarme a enumerar las veces que los había podido ver besarse debajo de l
