Janelle Hale.
Aprieto con fuerza hasta arrugar las hojas en mis manos, suelto un suspiro desplomándome en el sofá frente al escritorio de Ares.
Solo quiero un día, solo un día de descanso para mí, uno solo dónde no tenga que arreglar el desastre de él o cualquier pedido extraño.
Justo como este.
¿Dónde voy a conseguir a estas horas de la noche chocolate griego? Todo gracias a los antojos de la próxima luna, Atenea, porque ella está embarazada, diosa no tienen ni mes conociéndose y ya están emparejados además marcados y con ella en cinta.
Ay, diosa me muero.
—Ares .—gruño enojada viéndolo de reojo, él solo me sonríe divertido —Te voy a castrar, estamos a dos días para presentar Atenea como la Luna, ¿Sabes las cosas que tengo que hacer? ¿Sabes la hora que es? —Lo amenazó recibiendo de su parte una sonrisa más grande.
—Deja las amenazas a mi hermano, si vas a castrar a alguien que sea a él .—Ruedo los ojos.
—Hablando de ese mocoso .—Coloco mi mano en mi frente cuando su característico olor me inunda, se adentra, doy un suspiro dramático cuando siento la presencia de todos.
Lo miro por el rabillo del ojo viendo como mira detenidamente mi espalda para después darle una rápida mirada a mi madre y ella asiente con una sonrisa.
¿Qué está pasando?
—Eros .—Ares lo llama —¿Aceptas a Janelle como tu mate? —Eso sonó como si nos estuvieran casando.
—Si .—No lo miro.
—¿Y tú Janelle aceptas a mi hermano?.—Miro a mi amigo, con ganas de matarlo, el alfa quiere morir, probablemente muera yo en el intento pero que lo dejó en cama lo dejo.
¿Cómo puede hacerme esto a mi? A su mano derecha, su cómplice.
—Si .—Lo miro, él enarca una ceja, ¿No será capaz? ¿Verdad?
—¿Cuándo se van a aceptar y reclamar como es debido? —Coloca sus manos debajo de su barbilla viéndonos con esa sonrisa de ángel.
—Me tengo que ir .—Arrastró la silla, levantándome, saliendo sin mirar a nadie.
Que lo acepte es una cosa, pero que lo reclame es otra. Odio a ese chiquillo, lo odio.
Odio su presencia, odio ese olor tan exquisito, odio todo él.
Y Ares, ese alfa de pacotilla.
No tardó mucho en llegar al pasillo donde está mi habitación, como si todo estuviera en mi contra la de él también, solo la de nosotros en esta parte de la gran casa de los Alfas.
¿Por que la diosa hace esto conmigo?
Parezco una adolescente huyendo de su crush cuando lo ve, cierro los ojos cuando descanso mi cabeza en la pared, pero todo mi cuerpo grita que él está cerca, me alejo de la pared inhalando profundamente, pero no lo siento.
—Janelle .—Libero un gemido fuerte al encontrarme estrellada en la pared.
Tragó saliva al sentir los labios de Eros por todo mi cuello, lamiendo y mordiendo débilmente.
¿Dónde quedó tu juego? ¿Dónde quedó tu voluntad?
Creo que en la basura, Eros me aprieta más a él, más a su cuerpo.
Cuando un poco de luz se abre paso en mi mente, pongo mis manos en su pecho alejándolo solo un poco, lo suficiente para vernos a los ojos.
Ambos estamos jugando con fuego.
—Alfa ya sabemos dónde están.—Una voz que jamás había escuchado taladra mi mente.
—Debemos encontrarlos antes de que él compañero de la mujer los encontré, maldita la hora es que confiamos en ese omega —
Cierro mis ojos con fuerza escuchando ecos de varias voces.
—Si no fuera por él jamás te hubiera encontrado .—Esa voz yo la conozco.
—No importa que pase, ahora debemos protegerla —
—¿Janelle? —Eros me da una mirada que no sé interpretar.
—Eres un imbécil .—Intento alejarlo, pero él me sostiene por las muñecas.
—Este imbécil es tu mate y por este imbécil te mueres por ser follada .—Su aliento, su voz hace estragos en mi cuerpo y él lo sabe al oler mi excitación.
Estoy por decir algo más, pero él fuerte grito proveniente de la planta baja nos hace correr hacia allá.
Al bajar vemos como Ares sostiene a una Atenea desmayada en su regazo.
—Ares Raymond D'angelo Wyatt .—Lo miró alarmada —¿Que paso? —Él niega viéndome preocupado
—No se, solo se desplomó en mis brazos—Ares se alarma más al ver sangre empieza a salir de su nariz.
—El doctor viene en camino —Le doy un rápido vistazo a Eros que ve todo con cara neutra, pero sus manos apretadas demuestran que está preocupado por su cuñada.
—Ya estoy aquí, Alfa —Lo mira —Por favor retirense —Salimos del lugar con mis padres, mis suegros y él mocoso detrás de mí.
—¿Hay posibilidades de que se deba a qué ella es una humana y Ares un alfa puro? —El anterior Alfa me mira y asiente.
—Yo soy una Alfa y Steven también, Ares y Eros son Alfas sangre pura por eso, su sangre es muy diferente a la de un Alfa común, es más fuerte, no es que un alfa común no sea fuerte, pero la sangre de un alfa puro es diferente, es más pesada debido a que es hijo de dos alfas —Trago fuerte —Ella es humana, pero tengamos fé, la diosa la puso como compañera de mi hijo y por eso no es débil—La ex luna nos regala una sonrisa —Ella va a lograr a superar todo.
Vemos al doctor venir y detrás de ellos Ares cargando a Atenea en sus brazos, ella al verme me regala una sonrisa débil.
—La luna está bien solo necesita reposo, es una humana que en su vientre carga aún Alfa, por eso su cuerpo colapsó, solo necesita descanso, cero estrés y cero esfuerzo, con su permiso .—Ares asiente a las indicaciones —Alfas, Luna, Betas, joven Alfa—Nos mira a todos y sale de la mansión.
—Ya escuchaste, mi Luna, no a esfuerzo, cero estrés y descanso —Ares deja un beso en la frente de ella –Así que deja de ser terca .—Atenea hace un puchero y asiente.
Sonrió enternecida, viendo de reojo al mocoso de mi mate.
—Alfa, Steven —Una loba se acerca —La cena está servida —
Sin pronunciar palabra vamos hacia la mesa donde nos sentamos en nuestros respectivos lugares, pero como ahora Eros y yo somos mates, nos debemos sentar juntos.
Espero hasta que sea mi turno de dar un bocado a mi comida y empezamos a comer cómodamente, el silencio reina en la mesa solo el sonido de los cubiertos se escucha.
—Hija .—Levantó la vista de mi comida para observar como mi madre nos ve —Dentro de poco será el celo –Tragó con fuerza cuando me percató por dónde va la conversación—¿Eros y tú lo pasarán juntos?—Ambos empezamos a toser, bebo un poco de agua para pasar e intento controlarme.
Mi cara me arde debido a lo rojo que debe estar y por el sol que llevé cuando estaba lejos.
—Yo…. Es decir nosotros .—Intentó hablar, pero el sonido de mi móvil suena, salvada por la campana —Me llaman .—Me levanto rápidamente—Sigan comiendo .—Me apresuró a salir del comedor, escuchando como Eros habla y viene detrás de mí.
Al subir las escaleras y llegar al tercer piso seguimos por el pasillo que da hacia nuestras habitaciones, me detengo en mi puerta y lo veo de reojo.
—Buenas noches —Abro mi puerta.
—Buenas noches .—Responde, entro y doy un portazo recostandome en ella.
Que me trague la tierra y me escupe en marte, es lo que deseo.
Mi móvil empieza a sonar de nuevo, miro por todos lados hasta dar con el bendito teléfono encima de mi mesa, lo tomo en mis manos viendo un montón de mensajes.
Abro el que recién me llegó.
—Hola preciosa ¿como estás? ¿Cómo llegaste? —
Ruedo los ojos, bendito el día en que le di mi número a ese humano solo por qué me dió un buen polvo.
Ignoro su mensaje o más bien evito ya que mi instinto y mi cuerpo grita que está mal responderle a alguien que no es mi mate.
Me tiró a mi cama sin temor de lastimarme ya que la herida está curada, revisando todo, pero mis ojos empiezan a pesar y dejándome llevar por el cansancio y todas las emociones de esta mañana, dejó que los brazos de morfeo me abracen.
—Janelle, por favor escuchame —Un cojín del sillón choca en mi rostro.
—¿Que?—Miro a ambos lados —Ya, ya estoy ¿Qué pasa? —Atenea me da una mala mirada y hace un puchero.
—Te tengo diciendo desde hace dos minutos que me siento mal y tú solo me ignoras por estar pensando que sabe que—Se tira en la cama de una forma muy dramática.
—Ya lo siento cuéntame qué pasa, aquí está tu tía Janelle para escucharte .—Ella levanta rápidamente la cabeza viéndome con una ceja levantada.
¿Por qué todos pueden hacer eso y yo no?
—Tía Janelle .—Me lanza otro cojín que está vez si esquivo —Si somos concuñadas —Nos apunta—Sabes que olvídalo, es que me siento mal .—Se tira de nuevo a la cama.
—Si me dices que tienes te puedo entender—
—Es que todos son lobos —Me cruzo de brazos sin entender
—Sigo sin entender ¿Qué pasa que la mayoría seamos lobos? ¿No te agrada? —Espero y me este equivocando, porque si no nos quiere, estaremos mal.
—No es eso, me agradan todos, pero yo soy una humana —Sigo sin entender —Todos son jodidamente altos y perfectos físicamente, hasta tú, —Me apunta indignada —Eres mucho más alta que yo, yo soy una maldita oompa loompa, una enana fea y más tarde gorda, todos son atléticos, tienen perfecto rendimiento y yo solo soy una humana .—diosa manda a Ares.
—Deja de decir estupideces, eres una humana muy hermosas —La miro —Ademas eres más grande que yo .—Ella me mira y estar por nega, baja su cabeza uniendo sus manos—Si lo eres no te aflijas por eso, además al lado de Ares te ves muy tierna—Ella levanta rápidamente la mirada–Además yo debería ser más grande, soy una mujer lobo, pero no es solo eso, soy una beta, debería ser más alta, sin embargo no lo soy, no estoy precisamente entre los estándares de la altura para una licántropo, 1.63 es ser pequeña para cualquier loba .—Me acerco a ella — Mi mamá y la ex luna Artemisa y tú son más altas que yo, deja de quejarte .—Le doy con mi dedo en su frente—No estarás gorda, solo estarás cargando al primogénito del Alfa, el próximo alfa de esta manada .—Ella me mira y sus ojitos brillan —Deja de quejarte por ser una humana, eres perfecta tal cual eres, Ares te ama así, te adora por como eres y por quién eres, ademas hay más humanas aquí .—Ella me abraza.
—Tu eres muy buena ¿En serio hay más?—Asiento y mi corazón se regocija al verla feliz —Tendré que decirle a Ares que me lleve para conocerlas —Empieza a llorar hago una mueca sin saber que hacer, Ares ven rápido —Odio las hormonas, ¿Sabías que tendré a mi hijo en cinco meses?—Asiento—¡Ay, eso va a doler!—
—Si no querías que doliera debiste usar condón y no dejar que tú Alfa te anudara .—Me encojo de hombros.
—Oh, cállate que ya me enteré por ahí qué tú, querida amiga deseas el nudo de tú mate.—Abro los ojos y le tapó su boca.
—¿Q-ue di-ces? —La miró alarmada.
Esto no puede ser cierto, nadie sabe esto, todo es culpa de mi cuerpo que me traiciona.
—Hablar con tu madre y mi suegra es muy informativo —
Esas dos mujeres juntas son un peligro.
Estoy por decir algo cuando un carraspeó me interrumpe, levantó la mirada encontrándome con Eros y Ares.
Siempre he escuchado que la diosa le da las mejores luchas a sus mejores guerreros, pero diosa yo soy tu peor guerrera.
Deja de ser así conmigo.
¿Cómo están?
¿Les gustó el capítulo?
Les voy a ser sincera, el libro tentación por ahora no actualizaré ya que les quier los guiones y algunos errores que tuve, claro no voy a decir que quedará sin ellos, pero es un esfuerzo para que sea mas entendída.
Dejen sus votos y comentarios, así me ayudan mucho...
Nos leemos pronto...