Janelle Hale.
Siendo completamente sincera no me gusta mucho hacerle esto a Eros, no me gusta seguirle la corriente a Carlo, pero a la vez pienso que se lo merece y por eso hago todo esto, aunque al parecer no solo yo lo hago por celos y venganza.
Todo encaja cuando él hermano de Carlo, Dimitri se acerca pasando su brazo por mi hombro izquierdo acercando su rostro lo suficiente para pensar mal.
Por la diosa ¿En qué me metí?
—¿Puedo saber qué está pasando? —
Susurro bajito solo para nosotros tres mientras caminamos por toda la manada.
Siento como unos celos ajenos a mi fluyen en mi alma, tal vez pueda seguir haciendo esto un poco más.
Me estoy comportando como una niña.
Pero si tengo justificación, yo quería dejar la paz ya, yo quería que Eros y yo lo intentaremos, pero ese mocoso lo hizo difícil ahora que sufra.
—Pues digamos que nuestra mate es una humana muy complicada, ella quiere jugar, pero nosotros jugamos peor .—Nos detenemos al ver a una chica baja detenerse frente nuestro, sus ojos van directo a las manos de ellos que se mantienen unidas a las mías, ambos bajan su cabeza dejando un beso en ellas.
Ella nos mira apretando con fuerza sus labios con una mueca.
Y yo quiero más leña al fuego, muerdo mis labios con una sonrisa dejando un beso en las mejillas de ellos.
Ella nos mira y pasa por nuestro lado.
—Si que es baja .—Les digo.
—1.55 ¿No es la humana más hermosa que hayas visto? Con ese cabello rubio hasta sus hombros, esos ojos marrones .—Carlo babea.
—Esas caderas anchas, esos senos pequeños, esas largas pestañas, esa piel blanca que te da una invitación.—Le sigue Dimitri babeando igual.
Mientras que nos acercamos a la casa.
—Si es linda —
—Hermosa, preciosa, es como una diosa.—dicen al unísono.
—Bien ustedes ya están perdidos—
Me suelto de su agarre cuando la ira y los celos se incrementan.
Sufre mocoso.
—Tú también pequeña vengativa .—Carlo me atrae a él dejando un beso en mi cabeza.
—Por ahora no, los celos, el dolor y la venganza siguen latentes en mí, así que por ahora así estoy bien —
Aunque hay algo que no me gusta y es esa otra presencia en mí.
—¿Estás bien? —Ellos me toman por los hombros cuando un mareo me invade.
—Si .—Suspiro.
Un gruñido los hace alejarse, los miró y ellos me dan una sonrisa para alejarse.
Malditos gallinas.
—¿Estás bien? —Su voz hace vibrar mi alma.
—¿A ti qué te importa? —
Me doy la vuelta, gruñó cuando todo empieza a darme vueltas.
Gruñe cuando su olor se intensifica calmando mi acelerado corazón. Pega su cuerpo al mío, mantengo mis ojos cerrados y escuchando el latir de su corazón y el vibrar de sus gruñidos.
Me separó de él y muerdo mis labios cuando mi cuerpo quiere voltearse al escuchar un gemido lastimero.
No voy a caer tan rápido.
Entró a la casa llevó mi mano hacia mí pecho haciendo una mueca.
¿Qué es esta sensación? ¿Por qué está más presente?
—Oye .—Abro mis ojos encontrándome con los azules del mocoso —No me gusta, estás muy pálida .—Toma mis mejillas entre sus manos, su calor caliente mis mejillas frías.
Siento sudor por todo mi cuerpo, me duele todo mi cuerpo y mi corazón acelerado solo me hace doler.
—No, no, esto no me gusta—
Cómo puedo lo empujó un poco, pero él no me hace caso, se acerca más a mí.
Cuerpo hazme caso, alejate de él, no caigas.
—Deja de ser terca—
Gruño y me dejo sostener por él, cuando estoy más estable alejo.
—No me toques .—Eros levanta sus manos con una sonrisa, pero está tiembla al verme a los ojos.
Toma mi mano mandando un corrientazo por todo mi cuerpo.
—¡Suéltame!—
Intento que él me deje ir, pero es en vano.
Eros nos lleva hasta la biblioteca donde toda la familia está unida. Atenea al vernos sus ojos se iluminan, sin embargo su felicidad se esfuma al ver la mueca en mi rostro.
—Es un hueso duro de roer. —Murmura para ella misma, pero todos la escuchamos, ocasionando la risa de todos menos la mía.
—Tienen que decirle ahora mismo .—Eros gruñe, lo miró sin entender nada.
—No creo —-Mi madre empieza a hablar, pero se calla cuando Eros gruñe, mi padre lo ve mal gruñendo.
Más Eros no se inmuta.
—Disculpen se que esto no me concierne son cosas de familia, pero ambos son como mis tíos y mi opinión es que se lo digan, no sé lo pediré como una orden, se que harán lo correcto.—Ares se mantiene al margen, pero aún así da su punto.
—Miren sus ojos, ella ahora debe saberlo, quiero hacer las cosas bien, para mí esto ya no es un juego, para mí Janelle no es un juego, ella es mi mate, mía, quiero hacer todo los posible por tenerla para mí, quiero hacer que ella confíe en mí, quiero ser un buen mate y todo eso también lo conseguiré si no hay secretos entre nosotros .—Miro a Eros que no se voltea en ningún momento —Prometí no decir nada, pero esa promesa ya no viene al caso, ella es mi mate no debo ocultarle nada, así que: o le dicen ustedes, debería ser así por ser sus padre o le digo yo, decidan porque no le ocultaré más nada a la mujer que yo amo.—Pego un brinco al escuchar lo último.
¿Oí bien? ¿Acaso dijo: mujer que amo?
¿Qué está pasando aquí? ¿Hay cámaras escondidas?
Me mantengo al margen, no hablo, creo que casi ni respiro.
Algo pasa para que Eros este tan alterado, aunque me gusta que dijera todo eso. Aún no lo perdono, pero me gusta saber que él mocoso me ama.
Mis padres se miran y sueltan un suspiro, ambos toman asiento dejándome un hueco en medio de ellos, me acerco dudosa sentándome junto a ellos.
—No sé por dónde iniciar.—Mi padre toma mi mano.
—Por el inicio ¿No? —Eros dice cruzado de brazos.
—Eros .—Ares lo regaña, aunque él solo lo observa con indiferencia.
—Te contamos toda nuestra historia, todo lo que tú padre y yo pasamos, pero hay algo que no te hemos dicho .—Mi madre toma la iniciativa, pero no me mira, lleva su mirada a un punto fijo en la biblioteca—No fue nada fácil para nosotros, aunque nos conocimos desde niños y supimos que éramos compañeros, no lo fue, una loba que creció con tu padre y ella estaba enamorada de tu padre además que estaba algo loca .—Parece absorbida por sus recuerdos —Ella hacía de todo para dejarme mal parada con tu padre y una vez lo consiguió, ese día no aguanté más y la golpeé, tu padre y yo discutimos, eso era obvio, ambos se conocían desde bebés, eran vecinos y tú abuela, era la mejor amiga de la mamá de ella, ese mismo día ella aprovechó nuestra discusión para seducirlo .—Miro a mi padre que hace una mueca —No funcionó, tu padre sufre del síndrome que todo lobo sufre cuando encuentra a su pareja, no se le pare si no es con su compañera.—Volteo a mirar con una sonrisa a Eros que evita mi mirada con sus mejillas sonrojadas.
Mira te puedes sonrojar mocoso.
—Mi cuerpo solo te desea a ti, ahora ya lo sabes, no se me para si no es contigo .—Su voz en mi mente se oye atrayente.
—Tu padre se enojó con ella y desde ese mismo día no volvió a dirigirle la palabra a esa mujer, fue hacia donde me encontraba, súplicandome perdón, sin embargo primero le hice besarme los pies.—Mi madre sonríe divertida, en serio está metida en sus recuerdos —Pasaron algunos años y quedé en cinta, tu llegaste para hacernos más felices, cuando faltaban poco para que llegarás al mundo, la manada fue atacada por un grupo de lobos sin manada dirigidos por ella .—Mi padre envuelve sus manos en puños —Tu padre me protegió, pero fue atacado por varios lobos dejándolo entre la vida y la muerte, cua si intenté ir en su ayuda, ellos lograron llegar a mí, me llevaron con ellos, fueron las peores semanas, ella me torturaba, sufre causa de odió, esa maldita mujer quería que te perdiera, pero gracias a la diosa unos lobos se apiadaron de mí, su conciencia fue vuelta a ellos —Mi madre baja su cabeza.
«Necesitaba la sangre de mi mate, pero él estaba lejos y si no bebía rápido ambas podríamos morir y ese era el plan de ella, que yo muriera y tú igual para ella volver y consolar a tu padre, que ingenua está tipa.—Mi madre gruñe enojada —Logre escapar con ayudas de aquellos lobos, aunque todos murieron protegiéndome, solo uno logró sobrevivir, un omega puro, él me brindó de su sangre, si no fuera por él, nosotras estaríamos muertas.—Busca desesperada mis ojos —Pero no contábamos con que tú te adelantaras, como pudimos llegamos a una cueva, está débil, aunque bebía de su sangre intentaba no beber en exceso, temía por tí, temía que al consumir sangre de otro lobo te ocurriera algo, no podía más, necesita fuerza, así que bebí de él, cuando su sangre hizo contacto en mi cuerpo la fuerza volvió a mi,la vitalidad me abrazó, pero había algo con lo que no conte, y eso era que tú también estabas bebiendo esa sangre, ¿Sabes lo que conlleva que bebamos sangre de otros lobos estando en cinta? —Sus ojos llenan de lágrimas, llevo mis manos limpiando aquellas que ruedan por sus mejillas —Ese lobo nace con sangre del portador, en su ser habita sangre de otro lobo, uniéndose como una sola con la original, mantenido una armonía, cuando te estaba teniendo, tu padre me olió y corrió, hasta donde estábamos, pero no solo él también ella se inició una guerra, donde ella huyó —
—¿Y qué hay del Omega que te ayudo? —
—Él murió protegiéndome, estaba muy arrepentido, él se unió a ella debido al dolor de haber perdido a su compañera que estaba en cinta,no tenía a dónde más ir, pero él me dijo que cuando me vio y te vio en mi barriga,un rato de luz llenó su ser, él nos protegió hasta su último aliento .—Ella me con una sonrisa débil.
No digo nada, me mantengo con la cabeza agacha.
—En tu sangre corre sangre de un Omega puro, uniéndose con la sangre puro de los beta, por todo este tiempo, todo ese dolor en tí, esa presencia que sientes ajena a ti, realmente no es ajena, esa parte eres tú también, intentando unirse para volverse uno solo, para que tanto tú omega y beta interior sean uno solo —
—¿Por qué?—
—¿Por qué no se había hecho presente antes? Eso se debió a qué tú mate aún no se había hecho presente, estaba allí, se manifestaba cuando alguien intentaba doblegarte, cuando Eros apareció, pero salió a la luz en el momento que pusiste un pie en la manada, en el momento que empezaste a sentirla con más fuerza. —Esto es mucho —No eres una simple beta, debiste sangre de un omega puro, eres una beta con sangre Omega, por eso eres susceptible a las feromonas de los otros lobos, por eso te afecta tanto cuando alguien intenta doblegarte, ya que tu instinto de beta es no doblegarte ante nadie, solo ante tu alfa y compañero, pero tú instinto de omega grita ser doblegado, ahí esta la lucha, por eso quedas aturdida, por eso te quedas sin fuerzas. Cuando naciste, lo supimos, ese olor a dulce que tienes, es el olor de una omega, a medida que ibas creciendo se fue manifestando muy poco, hasta el día que pasó lo de la vampira, ese día ambas sangres fuertes, sangre de un omega y beta puro, ambas fuertes, con instintos diferentes y como tú no has aceptado a las dos estan se manifiestan, luchan entre ellas para una tener el control —
—Eres una beta con sangre de Omega, ambos instintos están en ti, aunque la parte Omega no se muestre tanto ella está y se ha manifestado más con Eros, tu mate, lo quiere .—Miro a mi padre, llevo mi mirada al mocoso, él evita mi mirada y se rasca la nuca nervioso.
¿Que soy?
—¿Que soy? —
Mi voz se oye en susurro, siento como ambas presencias chocan en mí.
Una más débil que la otra, pero fuerte.
—No lo sabemos tenemos que estudiar más y saber que tanta parte Omega tienes .—Suelto un suspiro y liberó una carcajada.
Esto tiene que ser una maldita broma.
—¿De que te ríes? —Miro a Ares.
—Me imaginé de todo, creía que me iban a decir que no era hija de ustedes —
—¿Entonces no estás enojada? .—La ex luna me ve con precaución.
—Oh, sí lo estoy y mucho, debieron decirme esto hace tiempo, lo sabían todos menos Atenea ella se salva .—Ellos evitan mi mirada—Pero en gran parte lo comprendo, no es difícil hablar del pasado .—Mis padres me dan una sonrisa débil—Yo solo necesito estar sola .—Me levanta, Eros toma mi mano y me ve intrigado, me acerco a él dejando un beso en sus labios, él me mira extrañado, aturdido y poco a poco una sonrisa cubre su rostro.
Ahora resulta que no solo luchó con el lazo, también luchó con él deseo de estar con él provocado por mi parte Omega.
No puedo estar más jodida.
—No te emociones, fui jalada a hacerlo—
Me alejo saliendo de la casa, corro no me detenga.
Mis sentimientos se encuentran hechos una sopa, revueltos.
Me detengo cayendo de rodillas.
—¿Ahora que soy? .—Miro mis manos y suspiro—¿Mestiza o híbrida? ¿Beta u Omega?—Cierro mis ojos y dejo que la brisa me tranquilice.
Por la diosa.
¿Por qué no soy normal?
Me dejo llevar un poco al pasado, en aquellas veces que actuaba sin darme cuenta solo por instinto.
Como aquella vez que tranquilice a Ares cuando casi perdía la cabeza por causa de unos lobos de la manada, cuando cuidaba a Eros y sus amigos y los tranquilizaba con mi aroma.
Ese día que tranquilice a Ares, el día que encontró a Atenea, yo creía que todo era normal, pero ya veo que no.
No soy normal.
¿Mestiza o híbrida?
Híbrida sería que ambas partes predominan y tengo que encontrar un balance entre ellas.
Mestiza sería que predomina la parte beta, pero la omega aunque no sea la predominante está presente.
Qué lío.
—AAAAAH .—Grito, abro los ojos cuando escucho las aves salir volando.
¿Que soy?
No entiendo nada, no sé nada, ambas partes están ahí, luchan entre sí al no ser aceptadas, siento como poco a poco la parte Omega despierta de su larga siesta.
El olor de Eros se hace presente, llevo mis piernas hacia mi pecho dejando mi cabeza en mis rodillas.
No sé qué hacer.
—¿Qué hago? —
No lo veo, me mantengo así, hasta sentirlo a mi lado.
—Soy una—
.

¿Cómo están?
¿Les gustó el capítulo?
Muchas revelaciones, espero y hayan entendido, me tomo mucho tiempo escribirlo y hacer que se entendiera, espero si haya logrado mi cometido.
Comentarios.
¿Teorías?
Eso me ayuda mucho y ayuda a qué más personitas conozcan a Eros y Janelle.
Nos leemos pronto...