Capítulo 12.

1567 Words
Eros D’angelo. No me gusta verla con él, no me gusta que él la esté tocando, no me gusta que esté cerca de ellas mucho menos respirando el mismo aire que lo que por derecho me pertenece. Maldición. No me gusta esto. Verla riéndose, sonriéndole a alguien que no soy yo me quema el alma. Verla allí feliz con ese idiota hace doler mi corazón. —¿Te decidiste aceptar por fin a Janelle?—Pego el brinco mirando a Félix que se acerca. No los sentí llegar. —Viejo deja ya el pobre marco de la ventana ella no hizo nada .—Diego niega y se asoma—No hay que negarlo esos dos se llevan de maravilla, estoy seguro que si no hubieras aparecido esos dos estarían nuevamente juntos .—Me mira de reojo. —Echale más sal a la herida bastardo.—Gruño. —Solo digo lo que es verdad — Se encoge de hombros sentándose en mi cama, mientras Felix fisgonea por libros. —Tienes libros interesantes, ¿Y la aceptas? — Suelto un suspiro. No es que la acepte. —Si pero quiero hacer algo diferente, quiero quererla sin que el maldito lazo me obligue a hacerlo — —Pero tu ya la quieres .—Diego se cruza de brazos ojeando el libro que Felix le pasa, se cruza de piernas. —Claro que no — Alejate de ella. Maldito, quita tus manos de ella. Carlo, me mira sonríendome para luego pasar su brazo derecho por encima de los hombros de mi mate dejándole un beso en la mejilla. Lo mató. —Claro que si, me acuerdo que cuando teníamos diez le hiciste una carta declarando tu amor eterno a Jan .—Maldigo cuando veo que saca la maldita carta de uno de mis libros—Y aquí está — —Deja eso — Él mueve sus manos negando, mientras que Diego se ríe abiertamente. —¿Ella tenía catorce? —Diego asiente —Te ayudamos en todo, escogiendo las mejores palabras de amor, éramos unos críos, pero bien como conquistar .—Diego dice divertido. —¿Ustedes son amigos o enemigos? — —Ambos — Los dos me miran con una sonrisa. —Sin embargó ese mismo día empezaste a odiar a Janelle, pasaste de amarla a odiar la en un instante, hablando de eso ¿Por qué fue?— Cierro mis ojos sintiendo mi cara arder al recordar porque fue. —Oh, es algo vergonzoso, cuenta —Ambos se colocan en posición de indio en la cama viéndome. —Ustedes son peor que viejas chismosas— —No cambies de tema, ¡Dinos!—Felix brinca en la cama emocionado. —Fue porque .—Maldicion en serio, decirlo en voz alta me da vergüenza —Creí que ella y mi hermano tenían algo al ver que ella le daba un beso en la mejilla a Ares .—Desvío la mirada apenado —Aunque tengo justificación ellos parecían pareja— —Bueno, en eso tienes razón, el alfa y la beta parecían pareja a medida que iban creciendo, pero ahora pensandolo bien solo era cuando había alguna chica con la que se metía el alfa presente .—Diego levanta su mano cuando Félix termina de hablar. —En eso tiene razón Félix, recuerdo que mi hermana una vez llegó llorando a la casa porque vio a Ares y Janelle juntos, pero ella dijo que se acercaron cuando se acercó — Soy un maldito imbécil. —Que imbécil eres, no la aceptabas y la odiaste todos estos años por algo que ni siquiera tú estabas sabías al cien por ciento— —Gracias Diego no hay necesidad que lo repitas .—Me asomo y sacó más mi cabeza al no verlo —¿Para dónde se fueron? — Inhaló profundamente sintiendo lejano su olor. —¿Qué cosa? —Felix se asoma—Se fueron, ¿Será que van a coger?— Sin importarme algo le lanzó un golpe sacándole el aire. —Maldición, ¡Estás loco! — —Te lo buscaste .—Diego se burla. Los ignoro buscándolos, hasta sentir a mi mate no muy lejos solo debajo del árbol de cerezos. Bien, no están haciendo nada. —Arg — —La amas, la quieres, la quieres coger, la quieres besar .—Canturrean ambos, los miró mal—Ahora solo falta que dejes que el lazo haga lo suyo, vamos deja que su lazo se afiance más.—Diego palmea mi hombro. Lo miró y niego. Está un poco raro, más porque me está presionando cuando él jamás lo hace. —¿Me ayudarán?— —¿A conquistar a la beta? —Asiento decidido—Eso no se pregunta dos veces, cuentas con nosotros, pero por favor no metas la pata otra vez .—Felix levanta los pulgares —Y aleja a Dolores .—Diego evita la mirada. —No me lo tienes que decir dos veces, verla, sentir su dolor no es algo que quiera experimentar nuevamente — No de nuevo, no quiero sentir su dolor, sentir como su alma se rasca como si fuera una tela. Aún no me perdonó haberle hecho daño. Miró a Diego ¿Podría ser? No él jamás nos ocultaria algo así. Mi cuerpo se llena de alegría, una alegría ajena a mí, sé que se trata de ella, de mi mate, de la persona que llena mi corazón, aunque me alegra que ella esté feliz, no me gusta no ser yo quien le brinde la felicidad. ¿De qué sirve negarlo? Ella es mi mate, mi ser, mi complemento, ¿De qué sirve sentir odio por la persona que la diosa escogió para mí? Nada, solo sirve que nos lastimemos. Sin embargo se que ella ahora me odia, no la culpo yo mismo me odio, pero ahora me toca dejar mi orgullo y luchar por lo mío. No dejaré que nadie me la arrebaté, ella es mía. La chica más hermosa que las estrellas es mía y lucharé por ella.  —Muy bien tenemos que ponernos en marcha ¿Que haremos? —Miro el montón de libros que hay esparcidos en la mesa del comedor. Todos tipos de libros sobre romance, desde libros de ayuda, hasta manhwas. —Menos mal y estamos solo, nos vemos ridículos .—Opino Diego niega con una mueca. —Si quieres ayuda es mejor tener una base, porque seamos sinceros, los tres somos unos mujeriegos .—Lo miró —Bueno tu ya no, ya tienes la corregía bien puesta y buscar ayuda de tu padre y hermano, no sería factible estarían burlándose de ti todo el rato — —No tengo ninguna correa puesta — —Hermano claro que sí .—Gruño el olor de Ares se hace presente. —¿Qué haces aquí? —Me cruzo de brazos gruñendo.. —Está también es mi casa ¿No? — —Sabes a lo que me refiero.—Suspiro mirando de reojo como Félix y Diego leen un libro. —Decidí regresar y dejar a papá con las mujeres y más al ser notificado que ustedes tres entraban con muchas cosas a la casa y se veían sospechosos — Se acerca mirando la mesa riéndose. —Si estás aquí para burlarte la puerta está allá, no estoy para juegos y burlar — —Ya, ya, deja la agresividad hermano, estoy aquí en son de paz .—Levanta sus manos—Me alegra saber que dejaste el maldito orgullo aún lado, no sabes la suerte que tienes por ser el mate de Jan — No puedo evitar que los celos fluyan en mí, pero aún así me mantengo neutro. —Aunque fue un poco tarde y ahora te toca arrastrarte por su perdón y amor .—Palmea mi hombro —Aun así te ayudaré, deseo verte feliz y ver a Jan feliz, ya pues que todo esto pasará fue un poco mi culpa, debido a que ella me ayudaba mucho— —Es Janelle para ti .—Gruño levemente, Ares levanta una ceja con una sonrisa—¿Te ayudaba en qué? —¿No que eras inmune a los celos? Eso deja que ella te lo diga— —Y lo soy, solo que está bien que alguien la llame Jan, cuando su nombre es Janelle — —A otro perro con ese hueso .—dice tosiendo Diego. —Bueno, Jan, Janelle cómo sea .—No puedo pasar por desapercibido la mirada divertida de Ares —Pero dejamos todo eso de lado, ahora tengo que ayudarte, tienes muchas cosas que aprender. —Estira sus manos—Toma nota mejor, ganarte el perdón de Jan no será nada fácil— Bien, solo que deje de decirle Jan. —Estos celos me hacen daño, me enloquecen.—Felix susurra hacia mí. Lo miró mal y suspiro. Me gane todo esto a pulso. °°°°° Buenas. Perdón por la larga espera, últimamente me estaba durmiendo muy tarde y al momento de escribir nada se me ocurría por tener la mente cansada.. Espero y les guste. ¿Que opinan del capítulo? ¿Que opinan de Eros? ¿Les gusta el cambio que él va teniendo? ¿Se esperaban que la razón por la que Eros odiaba a Janelle?
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