Paloma sacudió su rostro y volvió al presente, entonces dirigió su mirada a Chantal. —Era un amigo —balbuceó. Se quedó pensativa—: Alain Arellano —murmuró, llevándose las manos al rostro. —¿Acaso son familia? —Hermanos —contestó Chantal. —¿Qué relación sostenían con Alain? Paloma arrugó su frente y enseguida se puso de pie, bastante molesta. —Yo no te conozco, no tengo por qué hablar de mi vida contigo. Chantal, también se levantó, y antes que Paloma se alejara tomó del brazo a la joven, entonces le contó sobre el suicidio de Alain, la investigación que Iván mando a realizar, y sus deseos de venganza. Gruesas lágrimas bajaron por los ojos de Paloma, al escucharlo, todo su cuerpo se erizó al comprender los arranques de amor y odio de su esposo, se llevó las manos al pecho tratando