—Helena—dije—¿Puedes enviarme hoy el informe sobre las finanzas de nuestra división de recursos humanos? El jefe lo está pidiendo.
Ella sacudió su cabeza.
—Pero aún no hemos terminado.
—¿Y ese es mi problema? Tenemos trabajo acumulado y este documento se solicitó la semana pasada.
—Necesitamos una o dos horas más.
—Tienes una pausa para almorzar, ¿no?
—Sí…
—Úsalo–en una semana, extraoficialmente me dieron el honorable título de Perra en la empresa. Al principio pude sentir su condescendencia mientras me hablaban. Me pidieron que hiciera las tareas menores, como rellenar las bandejas de papel y preparar café. Y luego me di cuenta de que esos también eran sus trabajos. Tenía informes que terminar, correos electrónicos que responder, reuniones que asistir. Definitivamente algo andaba m
