—Tienes una reunión hoy a la una de la tarde—le dije a Liam—.He despejado tu agenda. Después de eso, tendrás una hora libre antes de otra reunión con el ejecutivo de ventas de tu empresa. Le informé su horario a Liam aproximadamente una vez al día. Inicialmente pensé que no me prestaba atención, ya que lo único que hizo fue asentir con la cabeza mientras leía algún otro documento suyo. Sin embargo, siempre salía de su oficina a tiempo, sin necesidad de que yo le recordara sus citas. –Está bien, eso es bueno– respondió. Tomó un expediente de su escritorio y lo hojeó brevemente—.Hazme un resumen de estos documentos. Los necesito para la reunión, pero no tengo tiempo para leerlos todos. —Sí, señor. Mantuvimos una relación profesional en la oficina, la mayor parte del tiempo. A veces, él s