No me importas y jamás me vas a importar. Las palabras de Renzo dan vueltas en mi cabeza aun tiempo después, es evidente que esta familia guarda con recelo lo que pasa dentro del núcleo familiar. Debo admitir que es interesante y al mismo tiempo despierta mi curiosidad. Avanzo por el sendero de la propiedad tomando aire, alejándome de todo lo que hay dentro de esa casa, necesito un poco de tiempo para mí; así que, deje la cuadra y ahora avanzo por el césped sintiendo la grama bajo mis pies mientras llevo las sandalias en mi mano. Una parte de mí me grita que corra, que estoy a tiempo de mandar el deber familiar a la mierda, pero no es lo que se espera de mí. Respiro profundo antes de soltarlo cuando escucho un gruñido desde mi espalda. Con cautela me doy media vuelta para encontrar