CAPÍTULO NUEVE Catalina escapaba de las criaturas que la perseguían a través de la oscuridad cambiante. Golpeó con su espada cuando una se acercaba demasiado, pero Catalina no se detuvo para intentar luchar con ella. Ya había descubierto que a algunas cosas no se las puede matar tan fácilmente. La oscuridad a su alrededor cambió, convirtiéndose en la Casa de los Abandonados. Ahora estaba en llamas, el humo quemaba en los pulmones de Catalina, unas siluetas salían de ese humo para agarrarla. Reconoció a la Hermana O’Venn cuando la hermana enmascarada que hacía tiempo que había muerto balanceó un látigo hacia ella, sus pinchos le cortaban la piel a Catalina en un destello de dolor agudo. Volvió a golpearla mientras unas manos agarraban a Catalina por los brazos y la arrastraban hacia el po