Ya muy entrada la madrugada, Melissa invito a Anabel hacia el tocador, ambas se fueron prácticamente trastabillando, eso me preocupo un poco. Sin embargo, Paul me insistió en que las esperáramos en la mesa, sé que lo hizo para no incomodar al novio de Anabel. Y, por lo tanto, no incomodarla a ella. No obstante, ese momento me sirvió de mucho. Pude constatar el tipo de hombre que era el noviecito de Anabel. Pues apenas las chicas se perdieron de vista, él comenzó a hacerle gestos sugerentes a una sexi mujer, mientras que esta, no dejaba de observarlo y sonreírle. Claro, obviamente el idiota lo hizo disimuladamente. Aunque, evidentemente, Paul y yo, nos dimos cuenta de todo. Somos cazadores, estamos acostumbrados a notar ese tipo de cosas y con todos los detalles. Yo estaba bastante enoj