7.

991 Words
Sebastián Estaba ella sobre mí, besándome, mis manos quieren explorar su cuerpo, tocar cada rincón de ella, mi mente está centrada en Love, la hermana menor de Emma, ¿pero qué estoy haciendo? Esto no puede ser, ¿como tener sexo con ella? Es una gran estupidez, no puedo seguir con esto, no puedo seguirle el juego a una chica —No, lo siento Love no puedo, esto si es demasiado—la aparte de mí de una forma brusca, notaba que sus labios estaban rojos, su boca estaba entre abierta, se veía sensual eso, pero no —Por favor Sebastián, no me hagas rogarte, déjame sentirte—ella me abraza, su cuerpo está caliente contra el mío —Love, ¿por qué yo? —Porque eres encantador—suspiraba, olfateaba mi cuerpo, eso nadie más lo había hecho —No puedo parar Love, no puedo, quiero que se mantenga esto en secreto, jamás volverá a pasar—con ambas manos la tocaba del rostro, la veía fijo a los ojos Me fui de nuevo a sus labios, ella tocaba mi rostro y mi cabello, su contacto era demasiado distinto al de Emma, con Emma era de otra manera, pero, ¿qué hago? No puedo estar comparando ahora mismo. Me quito la playera, ella aún mantiene su ropa, deseo verla sin ella, ya mi control lo solté, estoy en un camino sin retorno, no hay de otra, si quiero seguir, ella tiene algo que me hace seguirla —Quítame la ropa—parece que leía mi mente, deslizaba su blusa hacia arriba, ella alzaba sus manos —Eres hermosa Love—la miraba atento, sus pechos no eran enormes, estaban a un tamaño normal, pero se veían muy bien —Quiero probarte—ella me miraba de una forma tan apasionada, se inclinó hasta estar a la altura de mi miembro Ella bajo mi short y mi bóxer, sus manos enseguida tomaron mi dura erección, ella murmuraba, lanzaba su mirada contra la mía, su lengua empezó a dar pequeños círculos en la punta de mi pene, lo chupaba como si se tratara de una paleta, en un momento a otro comenzó a meterlo a su boca, lo metía y sacaba, mis manos tocaban su cabeza, quería perforarle la boca, ella me hará llegar tan pronto de lo que siempre he aguantado, me va a enloquecer —Diablos Love.......qué buena eres..... —¿Lo crees?—yo asentí, mordía mi labio al ver tan ardiente escena —Eres tan traviesa—ella me sonreía, pero aun así seguía lamiendo la punta de mi miembro Ella seguía metiéndolo a su boca, hacía unos ruidos deliciosos con la boca, podía ver como sus mejillas se hacían hueco cada ve que chupaba mi m*****o, la saliva le escurría por los lados, mi pene estaba lo suficientemente lubricado, sus manos me masturbaban duro, sentía ese espasmo en mi vientre, sentía que me iba a correr en cualquier momento, pero no quería hacerlo en ella, sería demasiado —Espera Love, detente....... Ya no..... —Hazlo, hazlo sobre mí —¿Qué? ¿Estás segura? Ella asintió, su lengua pasaba por sus labios, eso hacía que se me antojara más, ella quitó su sostén, miraba sus senos rosados y mordí mi labio, tome mi pene supererecto y comencé a masturbarme, ansiaba ver mi semen esparcido en sus pechos, quería ver como el líquido blanquecino recorría su cuerpo. Solté un quejido y me corrí sobre ella, maldita sea, tenía mucho tiempo que no me sentía bien haciéndolo, mi mano se resbalaba con facilidad, pues ella lo dejo muy ensalivado —Sabes tan bien......—ella con sus dedos limpiaba el semen y los metía a la boca —Eres genial—la tomé del mentón y le sonreí —Ahora tú, debes darme placer—se puso de pie, me beso en los labios y me dirigía a la cama —¿Lo quieres?—le preguntaba en voz baja —Sí, eso quiero—la recosté sobre la cama, quite sus bragas, comencé a olerla y cerré los ojos, quería probarla —¿Sebastián?— escuché que tocaban la puerta, mierda era Emma —¿Qué mierda vamos a hacer?—preguntaba Love poniéndose de pie —Ve abajo de la cama Fue lo único que se me ocurrió, ella tomó rápido su sostén y su blusa, se escondió debajo de la cama, yo de inmediato me subí el bóxer y agarre un pantalón, agarro rápido una toalla y limpio el sudor de mi cara, no quiero que se vea que estuve haciendo algo, las bragas las guarde en el bolso del pantalón, trate de relajarme y tomar aire, abrí la puerta y ella me ve sonriente, tan linda como siempre, ella se pasó, yo no sabía qué decir, ella está aquí y su hermana debajo de la cama —¿Sebastián? ¿Estás bien?—preguntaba Emma tomándome de las manos —Sí, nena, claro que sí—le sonreí —No podía dormir, sabes, extraño estar contigo, sé que el estar aquí no ha sido lo mismo que cuando estábamos en Suecia—sus manos se iban a mi cuello —Lo entiendo, pero estamos en casa de tus papás —Ahora todos duermen, Love no está en la habitación, supongo que fue a la cocina a comer algo, así que, podemos estar juntos, ¿no?—demonios, que puedo hacer, Emma desea estar conmigo y Love está debajo de la cama —Ahhh Emma, yo......—ella me beso, me besaba de esa forma que me apasionaba cada vez que queríamos intimidad —Anda, hazme tuya—me llevo a la cama, se subió arriba de mí, dispuesta a montarme —Emma........—susurraba entre cada beso que ella me daba, sus manos bajaban a mi pantalón —¿Qué es esto?—decía al ver las bragas que tenía metidas en el pantalón, mierda
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