Capítulo 10

1509 Words
—Holly. —Toca la puerta del baño—. Es Tamara, abre para enseñarte cómo se usa el regalo que te traje —dice y Holly inmediatamente le abre. Tamara entra y cierra la puerta con seguro detrás de ella, Holly la ve ansiosa y Tamara saca el extractor de leche materna de su bolso, le explica cómo usarlo y echan la leche en un botellón de vidrio. —Creo que deberíamos botarlo, yo me iré en la mañana —dice Holly. —No te preocupes, yo lo guardaré en la nevera, nadie más abre la nevera que yo porque me encargo de la cocina —responde Tamara acariciando su cabeza, otra persona más que le resuelve la vida a Holly. —Gracias. —Sonríe. —¿Quién más sabe del bebé? —Ladea su cabeza intrigada y Holly no tenía de otra que contarle la verdad, ya la había metido en este paquete. —El señor Roberth fue quien lo supo antes de que yo, me contó una historia que le pasó a mi madre y simplemente no quería que me pasara lo mismo que a ella, así que me dijo que escogiera, entre luchar y tal vez perder al bebé o huir y protegerla —responde Holly. —Entiendo, me encantaría dejar este trabajo para ayudarte con esa pequeña, le tengo mucho aprecio al joven Basquin y sería un honor poder cuidar lo que él podría atesorar si supiera. —Le da media sonrisa. —Podría pedirle al señor Roberth. —Holly estaba encantada con la idea. —¡Señoritas! A comer. —Ascher alza su voz desde el otro lado. —¡Ya bajamos! —responde Tamara en el mismo tono. —¿Cómo es que tenías esto? —pregunta Holly mirando el extractor. —Soy madre Holly, de un varoncito, mi madre lo cuida mientras vengo a trabajar aquí —dice Tamara. —¿No lo ves seguido? ¿Qué edad tiene? —Holly se interesa más en el tema. —Tiene seis años y solo lo veo cuando tengo vacaciones, había pedido que se quedara conmigo, pero la señora Elizabeth se negó, por poco me despide, pero el señor Roberth me defendió, él es un buen hombre —concluye con una sonrisa. —¿De quién es el bebé? —indaga Holly muy curiosa. —Del hermano de la señora Elizabeth. —Holly la ve alarmada y Tamara se adelanta en la historia—. No fue violación, nosotros nos amamos de verdad, fue un producto de amor. —¿Y que le pasó? —pregunta angustiada. —Su padre lo quería casar con otra mujer y él respondió que prefería alistarse a la guerra, pensé que era un decir cómo cuando dices primero muerto que hacer otra cosa, ¿sabes? —Holly asiente entendiendo su punto—. Bueno, realmente era verdad, se enlistó y en una misión por terreno prohibido, enviaron un misil y murió. —Agacha su rostro entristecida. —Lo siento mucho. —Holly soba su brazo lamentándolo. —Todo está bien. —Forza una sonrisa. —¿Quiénes saben del pequeño? —insiste Holly. —Todos, pero solo Ascher, Ashly y el señor Roberth lo aceptan como parte de la familia, la señora Elizabeth cree que yo lo inventé solo para quitarle dinero, a veces no sé cómo explicarle a mi hijos sobre su familia paterna, tal vez si Abraham estuviera aquí, respetarían más al pequeño o posiblemente no estaríamos aquí por rechazarlo, por eso te entiendo, esto hasta podría crear una emoción negativa al pequeño por ser rechazado por parte de su familia, no importa cuántas veces las madres les digamos que todo está bien con ellos, siempre se sentirán que son un error. —Cubre sus ojos y comienza a llorar. Holly se levanta, se quita el extractor, se pone una toalla y la abraza, Tamara estaba pasando por algo muy difícil, ahora más miedo tenía Holly. —¿Terminaste? Es que creo que ya debemos salir para cenar con el joven Basquin, no quiero que sospeche nada y que te pase lo mismo que a mí. —Se separan del abrazo y Holly asiente. Tamara sale del baño y permite que Holly se bañe como se supone que tenía que estar haciendo hace unos minutos. Tamara decide bajar para normalizar la situación y en lo va bajando, se encuentra a Ascher subiendo las escaleras. —Hey, ¿todo bien? —La toma por los dos brazos y se preocupa, pues se notaba que había llorado. —Si, solo que la estaba ayudando con su período, no se lo vaya a mencionar que por muy normal que sea, nos avergonzamos —responde Tamara. —Entiendo, pero realmente quería saber de ti, ¿estás bien? —repite nuevamente. —Si, solo que para pasar el rato le conté la historia de Abraham y eso me puso sentimental. —Se seca las lágrimas. —Sabes que tienes tanto derecho de su dinero como lo tenía él, llevas nuestra sangre y si mi abuelo no te quiere pagar lo que te mereces, entonces mi padre puede hacerlo, la oferta sigue en pie —le recuerda Ascher. —No, no es eso, me gusta estar como estoy, no me falta, solo que lo extraño joven Basquin y además desearía tener más tiempo con mi hijo. —Suspira—. Pondré la mesa. —Eso ya está listo, cenaremos todos juntos —ordena con una sonrisa. Siempre era así cuando se quedaban con Ascher o con el señor Roberth, cenaba todos en familia, pero cuando estaba Elizabeth, solo cenaban los cuatro si es que estaba Ashly. Tamara le sonríe a Ascher y él la suelta con delicadeza para que se pueda ir, él sigue su camino, pero vuelve a detenerse cuando Holly baja los escalones. —Huele delicioso. —Inhala con exquisitez en su mirada. —Preparé pescado con patatas y pudín de Yorkshire —dice con sonrisa ofreciendo su mano para que siga bajando los escalones. —Ustedes los ingleses comen cosas pesadas. —Se ríe. —Lo sé. —Lo acepta. Bajan juntos agarrados de manos y se dirigen al comedor. El pesado era frito, al igual que las papás, para lo que no saben que es un pudín Yorkshire; es a menudo parte de la cena tradicional de asado y no se parece en nada a un pudín americano, de hecho, el pudín de Yorkshire es muy parecido a un popover gigante. Se ve hinchado y apetitoso como si fuese dulce, pero no dejes que su aspecto amistoso te engañe, no es un pudín en absoluto. Al igual que el noventa y cinco por ciento de toda la cocina británica, se compone enteramente de huevos, harina, leche y grasa. Ascher destapa los platos a los integrantes de la cena y estos quedan fascinados, comerían Fredycsen, Tamara, Holly y Ascher, habían más personal, pero ellos trabajan de lunes a viernes, Tamara y Fredycsen tenían la confianza de cuidar la mansión. —Buen apetito. —Ascher retrocede el asiento de Holly y deja que ella se siente primero. —Gracias —responden los tres. Tamara y Fredycsen se sientan al frente del otro y comienzan a cenar cuando Ascher se ha sentado, era por educación. —Sabe tan bien como huele —halaga Holly al comer el primer bocado. —Sí, pero no le vaya a echar limón —le advierte Ascher y a la misma vez le recuerda. —¿Por qué? —Holly queda confundida y Tamara siente que ha metido la pata al no mencionarle a Holly sobre el plan. —No es adecuado que diga esto mientras comemos, pero… —Acerca sus labios al oído de Holly para susurrar—. Recuerda que tienes el período princesa. —Holly hace un gesto acordándose y se avergüenza. —Si, lo siento, es que como es tan delicioso, por poco se me había olvidado —dice muy nerviosa y luego mira a Tamara muy agradecida. —Tranquila, para eso estoy yo. —Se ríe. —Gracias. —Toma su mano y lo ve muy enamorada. Holly se sentía muy tranquila, tal vez algo en ella quería que Ascher supiera lo del bebé, seguramente se enojaría al principio, pero no es tan tarde para contarle. De igual forma, no era una decisión, solo un pensamiento y no iba a ser impulsiva, solo disfrutaría de la cena y de la noche que les queda antes de que ella regrese nuevamente. La cena procedió entre risas, gracias a los chistes malos de Ascher, parecían una familia feliz y a Ascher le encantaba, estaba muy feliz por tener a Holly a su lado y tenerla feliz, a veces, de vez en cuando solo se quedaba observando su belleza, la admiraba cómo siempre, porque ama cada detalle de ella. Hola querido lector, gracias por leerme, quisiera pedirte que me regales tu voto lunar, en la app de Dreame se están haciendo los votos, esto me ayudará a crecer y agradecería su apoyo ♥️
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